La nueva gama ecológica del conglomerado chino Geely dispondrá de cuatro modelos híbridos enchufables y tres eléctricos puros en los próximos dos años con prestaciones más que interesantes
Hace años, desde luego, que Geely va con todo, tras reunir bajo su paraguas marcas como Volvo, Smart, Polestar, Lotus, Lynk&Co y Zeeker… Pero el conglomerado chino está decidido de lleno a convertirse en un actor principal de la automoción del futuro y por eso no escatimará recursos con el lanzamiento casi inminente de una nueva gama ecológica: Galaxy.
Conocida en China como Geely Yinhe, la nueva familia comercializará de entrada siete modelos durante los próximos dos años: a saber, cuatro híbridos enchufables (modelos L) y tres eléctricos puros (modelos E) orientados todos al segmento Premium.
Su llegada, decíamos, será casi inmediata, pues el SUV Galaxy L7 y el sedán L6, saldrán a la venta en el gigante asiático a mediados de este año; mientras el primer eléctrico de la gama, el Galaxy E8, también iniciará sus entregas antes de 2024.
El próximo año ya estarán disponibles el Galaxy L5 y los modelos E7 y E6, y el buque insignia Galaxy L9, también SUV, verá la luz en 2025.
Sin duda, se trata de una apuesta audaz y que pisa el acelerador hacia la electromovilidad, toda vez que sus híbridos enchufables —basados en la plataforma E-CMA compartida con Volvo— prometen una eficiencia termodinámica récord de hasta el 44,26%, gracias el sistema de propulsión NordThor 8848 con gestión de energía predictiva y la potente batería Aegis con un sellado especial para evitar fugas en caso de accidente.
De ese modo, por ejemplo, el Galaxy L7 será capaz de recorrer 1.370 km con un solo depósito, con prestaciones más que interesantes para un SUV mediano de este tipo, pues Geely anuncia que podrá acelerar de 0 a 100 km/h en 7,5 segundos y tendrá una velocidad punta de 200 km/h.
Asimismo, otra novedad tecnológica importante será el sistema operativo Galaxy N-OS, adaptado al procesador Snapdragon 8155 de Qualcomm. Geely ha optado por ser autosuficiente en el diseño de chips y la computación en la nube para sobrepasar a sus competidores.
Y es que el consorcio chino está inmerso en el desarrollo de su propia red de geoposicionamiento con 72 satélites para 2025, en aras de alcanzar el hito de la conducción autónoma con mapas de alta resolución y precisión centimétrica. La meta es clara: codearse con los punteros de la industria y derribar las percepciones de que las marcas chinas solo ofrecen coches baratos, faltos de tecnología o de calidad inferior.
