La compañía escandinava Micro Mobility Systems fabricará los Microlino. Se presentó en el Salón de Ginebra 2016, como preproducción y ahora, a la venta, su demanda supera la oferta. Su diseño retro hace recordar al Isetta
El legendario Isetta, presentado hace 70 años, fue un éxito automotor de postguerra. En menos de diez años, la alemana BMW (que no fue quien lo inventó, lo hizo la italiana Iso Rivolta), fabricó más de 132 mil unidades, en diferentes modelos, de los de alrededor de 162 mil comercializados. Con distintos nombres, también se construyeron en otros países de Europa y América Latina.
Hace unos ocho años, el inventor suizo Wim Ouboter, un tanto inspirado en su Isetta familiar, decidió construir ese mismo micro-auto para el siglo XXI. Entre una y otra cosas, lo logró y consiguió presentar un prototipo en el Salón de Ginebra, pero llegó la pandemia de coronavirus e interrumpió todo, incluido el proyecto Microlino.
Pero, ¿quién es Wim Ouboter? Nada más y nada menos que el creador del patinete o carriola eléctrica, también conocida como scooter, en 1997, de la que se han vendido 50 millones de unidades en 30 modelos diferentes.
Este negocio le generó más de 600 millones de euros. Tiene operaciones trabajando, bajo licencia, en 80 países.
Cuentan que la idea del Microlino, fue de sus hijos Oliver y Merlín, de 28 y 27 años, respectivamente, quienes también usaban el Isetta familiar (de 1956). Dicen que se pusieron de acuerdo para reinventarlo a tono con el siglo XXI. Y no se diga más, papá Wim puso manos a la obra.
Wim Ouboter sigue soñando porque, además de todas sus carriolas y el mini-auto Microlino, suma a sus emprendimientos el proyecto de cierto triciclo eléctrico: una moto con dos ruedas delante, la que ya cuenta con su nombre: Microletta. Tanto el Microlino como la Microletta los fabricará la empresa sueca Micro Mobility Systems, especializada en movilidad con vehículos eléctricos.
Según estudios, la utilización promedio de un auto común en la ciudad, es para transportar solamente 1,2 personas y su recorrido diario no pasa de 35 km. Esto significa que los autos habituales que ruedan por la ciudad son demasiado grandes para el 95 % de su uso. Ouboter dice que no está bien que una o dos personas rueden en un SUV para un viaje local.
En una entrevista con el Financial Times, el emprendedor de 62 años, dijo: “Los scooter hicieron que la gente se moviera y ahorraron innumerables viajes innecesarios en automóvil. Creo que un cambio de mentalidad similar ahora es vital para los viajes urbanos en automóvil a fin de reducir el CO2”.
El Microlino puede ser una solución viable porque, entre otras cosas, trae 60 % menos piezas que un auto convencional y, además, es 55 % más ligero que los automóviles estándar. Por otra parte, con sus dimensiones: 2,52 metros de largo y 1,74 de ancho, en el mismo espacio de parqueo de un auto ¡caben tres Microlino cruzados! Y no hay problema para abrir las puertas laterales porque no tiene, solo hay una y está delante.
Por estos días ya rueda el primer millar de Microlino, salidos de una línea de montaje en Turín, Italia. Pero, hasta el mes pasado (junio 2023) ya hay registradas más de 36 mil solicitudes de compra. Sin embargo, este 2023 solamente se podrán entregar 500 más a compradores de Italia, Suiza y Alemania.
Pero el año próximo (2024), la producción de Microlino será de cinco mil y se estima que en primavera ya rueden por el Reino Unido, para comenzar a anular, poco a poco, la terrible huella del carbono (CO2) en el transporte urbano.
Entre las ventajas del Microlino en la movilidad citadina, les comento que acelera de 0 a 50 km/h en cinco segundos y su velocidad máxima es de 90 km/h. Cuenta con una autonomía de 230 km y se carga, en su totalidad, en cuatro horas, desde cualquier enchufe doméstico. Su precio base es de 15 900 dólares, el que puede llegar a un máximo de 27 700 de acuerdo a la personalización que desee el cliente.
