La Ingeniería Vial ha sido la encargada de tomar decisiones que faciliten el tránsito fluido de los vehículos, evitando congestiones innecesarias; tarea que ha generado no pocas polémicas a través del tiempo.
Desde que el transporte automotor comenzó a formar parte de nuestras vidas, debieron resolverse problemas ocasionados por su desarrollo. Mientras un vehículo podía esperar el tránsito de otro para continuar su recorrido, todo bien; pero cuando la espera se hacía numerosa, surgió la necesidad de regular el tránsito de unos y otros. Ello hizo necesaria la construcción de rotondas y plazoletas para facilitar la vialidad. Éstas se vieron sobrepasadas por la realidad del tráfico y en 1914, un 5 de Agosto, en la ciudad de Cleveland, EE.UU, se instalaba un semáforo.
Éste, ya mostraba las tres luces como los conocemos hoy. Según algunos Historiadores, ese mismo año se instaló un semáforo similar en la ciudad de La Habana, donde proliferaron éstos hasta hoy. Esta presencia se acompañó de acciones que los suplían con Rotondas o Plazoletas que inducían la fluidez del tráfico sin la intervención del ya conocido auxiliar luminoso. De ellas trataremos de tres, situadas en cruces bien conocidos y de gran importancia para las comunicaciones de la Ciudad.
Durante el Gobierno del Dr. Ramón Grau San Martín (1944-1948), su sobrino, el Ministro de Obras Públicas, Ingeniero José R San Martín, creó distintas Rotondas con ese fin; la más conocida fue la de la Fuente Luminosa, al comienzo de la Vía Blanca y su intersección con la Avenida de Rancho Boyeros; Ave. 26 y Ave. de los Presidentes con el comienzo de la Vía Blanca. Hubo otras dos que siguieron ese estilo, aunque no fueron realizadas bajo su auspicio. Veremos detalles de las tres.
Rotonda de la Fuente Luminosa: Creada como punto de partida de la Vía Blanca, es la confluencia de las cuatro vías mencionadas. Todas ellas constan de tres carriles en ambas direcciones, constituyendo un eje hacia el Sur de la Habana y su contacto con la Provincia de Mayabeque. Lo es también para el tráfico hacia el Este de la Capital, las Playas del Este y hacia el Oriente del País.
En 2008, ante el gran flujo de vehículos y las demoras en el tráfico, se instalaron semáforos que complicaron aún más el movimiento vehicular. Se desistió de la idea y se ha continuado con el viejo esquema hasta que una demanda mayor de tráfico requiera solución; que tal vez en este caso sería un cruce a desnivel.
Rotonda de Agua Dulce: Aunque ya poco conocida por muchos, existió; en cierta medida influenciada por el tráfico que se generaba desde la Fuente Luminosa, que se estrangulaba y aún lo hace, al reducirse de tres a dos vías en ella. Es la conexión directa hacia el Sur mediante la conexión de la Avenida de Infanta con la de 10 de Octubre y en ella convergen además de la Ave. de Cristina con su doble vía; dos calles; San Joaquín hacia el Nordeste y Buenos Aires hacia el Noroeste (No confundir con la Calzada del mismo nombre) Actualmente la Rotonda no existe y la semaforización es el único elemento regulador; con notables embudos en el tráfico por la Vía Blanca.
Rotonda de Carlos III e Infanta: Desde el funcionamiento de los tranvías existía una pequeña área que no era realmente una Rotonda; servía para que éstos esperaran en ella el momento propicio para continuar su viaje y de hecho, funcionaba como una rotonda en toda su extensión. Al desaparecer en 1952 los tranvías habaneros, se construyó una Rotonda con todas las de la ley, como medida de regulación para un tránsito que servía y hoy también lo hace, de interconexión Norte-Sur; Este-Oeste en la Capital.
Al punto confluyen los 10 carriles que forman la Avenida de Carlos III (hoy Salvador Allende) entre los seis principales y los cuatro laterales. Agregando a éstos en 90º, los seis de Infanta y en diagonal, los cuatro de la Calzada de Ayestarán hacia el Suroeste y los dos de la calle San Francisco hacia el Nordeste. Con posterioridad se demolió su construcción y el cruce fue semaforizado; desde una simple torre en el centro del espacio, hasta lo que conocemos hoy con varias columnas a cada lado de las vías.
No debemos ver una confrontación entre Semáforos y Rotondas. El estudio de ingeniería vial nos dará la respuesta adecuada; aunque en ocasiones, la testarudez sabe poco de Ingeniería.
