La conducción está llena de pequeños secretos y trucos, y saltarse una marcha es uno de ellos. Pero, ¿es realmente beneficioso para el coche o se está jugando a la ruleta rusa con la transmisión? La realidad es más compleja.
¿Qué implica esta técnica y cuándo viene bien?
Saltarse una marcha, es decir, cambiar de una marcha a otra sin seguir el orden consecutivo, como pasar directamente de segunda a cuarta o de quinta a tercera, es una técnica utilizada por conductores con experiencia para ajustar la velocidad del vehículo de forma más eficiente en determinadas situaciones.
No siempre es necesario saltarse marchas. Es útil en situaciones concretas, como cuando se circula por autopista y se quiere ahorrar combustible o cuando se necesita más potencia o control del coche en situaciones como subir o bajar cuestas.
La fórmula adecuada
Los vehículos actuales están equipados con cajas de cambios que tienen una relación de marchas larga y, a veces, saltos perceptibles entre marchas. Esta configuración busca maximizar la eficiencia del combustible permitiendo que el motor funcione a menos revoluciones durante la conducción a velocidad constante. En este contexto, saltarse marchas no sólo es posible sino que, en determinadas circunstancias, puede contribuir a una conducción más rentable.
Sin embargo, para que esta técnica no se convierta en un problema para la transmisión, es fundamental entender cómo y cuándo aplicarla. El acierto a la hora de saltarse una marcha sin causar daños al coche radica en la capacidad del conductor para accionar el embrague y el acelerador de forma coordinada, lo que garantiza una transición suave entre marchas.
Esta es la mejor receta para hacer un salto de marchas de forma adecuada:
- Suavidad: al cambiar de marcha, hay que hacerlo con suavidad y no de golpe. Esto ayuda a que el motor y la transmisión no sufran.
- Revoluciones del motor: es importante asegurarse de que las revoluciones por minuto son las adecuadas para la marcha a la que se va a cambiar. Si se pasa de una marcha baja a una muy alta sin el régimen adecuado, se forzará el motor.
- Uso del embrague: el embrague es el mejor aliado a la hora de cambiar de marcha. Para evitar dañar el coche, siempre hay que utilizarlo correctamente.
