Las excentricidades de Elon Musk, CEO y fundador de Tesla, lo llevan una vez más a inscribir su nombre en los libros de la historia automovilística. Y es que el pasado 6 de febrero la compañía privada Space X (también propiedad de Musk), lanzó el Falcon Heavy -considerado el cohete más potente de la actualidad- con nada más y nada menos que un Tesla Roadster rojo y convertible a bordo.
Los que se dieron cita en el Centro Keneddy de la NASA en Cabo Cañaveral fueron testigos del histórico despegue. Realmente el Tesla Roadster no tiene ni objetivo ni misión, más allá de cumplir la promesa que hiciera hace unos años Elon Musk de poner uno de sus autos en el espacio.
El auto que una vez fuera propiedad del fundador de Tesla viajó en la zona de carga inútil del cohete y está pilotado por un maniquí vestido de astronauta, llamado Starman en honor a la legendaria canción de David Bowie. Este coche fue el primer auto producido por Tesla -llamado P1 y entregado a Elon Musk-, con motor eléctrico que desarrolla 248 CV, capaz de acelerar de 0 a 100 km en 4segundos y con una esperanza de vida de solo unos miles de km, por problemas con la transmisión.
Luego del lanzamiento la cápsula que transportaba el auto se alejó de los propulsores y quedó al descubierto. Por lo que ahora Starman y el Roadster se encuentra orbitando sobre la Tierra a una velocidad de 11 km por segundo.
Las imágenes que circulan en Internet muestran a Starman con el cinturón de seguridad puesto, la mano derecha sobre el volante y descansando su brazo izquierdo sobre la puerta. La pantalla del panel del convertible dice “Do not Panic” haciendo referencia directa a la Guía del autoestopista galáctico de Douglas Adams.
Y por si algún autoestopista de otro mundo se cruza en el camino de este auto, Starman -el extraterrestre que según la canción de Bowie salvaría al planeta- lleva en la placa de su rojo convertible el mensaje: “Made on Earth by humans”
