
Estéticamente "George The Rolls", que así se llama este modelo del Rolls-Royce Wraith, destaca por su carrocería rebajada con decoración de camuflaje blanco y negro, y también por incorporar unas gigantescas llantas Forgiatto de 24 pulgadas (no parecen tan grandes en un coche mastodóntico como éste), faros auxiliares en el techo y el frontal pensados para la conducción nocturna en Suecia, baca de techo magnética para cargar bártulos de nieve o ventanillas tintadas, entre otras muchas cosas.
El motor 6.6 litros V12 biturbo del Rolls-Royce Wraith ha pasado de los 632 CV y 800 Nm de serie hasta un total de 810 CV y 1.138 Nm de par motor máximo. Gracias a estas cifras, acelera de 0 a 100 km/h en unos 4,5 segundos y puede alcanzar 250 km/h. Además, gracias a un sistema de escape a medida fabricado por Quicksilver, ahora suena casi como un V12 de Lamborghini (no te pierdas el vídeo).