
Recuerdo cuando, en los años setenta, leí por vez primera sobre este proyecto de FIAT.
Ya en 1973 los precios del petróleo impactaron la economía mundial y, en consecuencia, Brasil estableció el programa Pro-Alcohol (Programa Nacional de Alcohol) en 1975, con incentivos para la producción de etanol, a partir de caña de azúcar.
FIAT, con presencia en Brasil, se lanzó a desarrollar un vehículo capaz de utilizar el etanol como combustible. Esa fue la semilla del 147.
En 1976, FIAT Brasil inició la investigación y el desarrollo del motor y ese mismo año un primer prototipo participa en el Salón del Automóvil de São Paulo. Al año siguiente se mejoran detalles técnicos y se producen más unidades, las cuales fueron sometidas a diversas pruebas.
En septiembre de 1978, un Fiat 147 realizó la prueba definitiva para la creación del primer motor brasileño de etanol: un viaje de 12 días y 6.800 kilómetros por el país, con una media de más de 500 kilómetros diarios, tres mil kilómetros sobre el terreno y variaciones climáticas superiores a los 30 grados.

El 5 de julio de 1979, Fiat Brasil hizo historia con el lanzamiento del primer automóvil del mundo propulsado por etanol producido en serie: el Fiat 147. Fue, además, el primer modelo fabricado en el Complejo Automotriz de Betim, Brasil.
El FIAT 147 trajo una serie de innovaciones, como motor transversal, columna de dirección retráctil, neumáticos radiales, parabrisas de cristal laminado y la rueda de repuesto en el interior del vano motor, aprovechando mejor el espacio.
Se mantuvo en producción hasta 1996 -en diferentes países-con un gran total de 2 211 349 unidades, llegando a ser exportado a Europa. La primera unidad del modelo forma parte de la colección de clásicos de Fiat y es un hito en la ingeniería automotriz.