El sistema de carretera eléctrica (ERS --Electric Roads Sistem-- , eRoad o eHighway), es una tecnología que permite la transferencia de la energía entre un vehículo y la vía por la que transita.
El empeño de movilidad limpia con sus vehículos eléctricos, ha disparado el síndrome de range anxiety o “angustia por la autonomía”. Es el miedo a quedarse sin energía en el curso de un viaje y su vehículo quede parado al borde del camino. Y para remediar este problema se inventó el sistema de carreteras eléctricas.
Su principio de funcionamiento es bien sencillo. El automóvil, en lugar de moverse solamente con la energía almacenada en su batería, también lo hace con la electricidad que le suministra la propia carretera a medida que va rorando sobre ella. Aunque aún esto es un proyecto en fase de prueba, su desarrollo se multiplica rápidamente.
Este año (2025) se inaugurará en Suecia un tramo abierto de carretera de carga inalámbrica para los vehículos eléctricos como parte de un proyecto más grande que ya está en etapa de estudio. La región del norte europeo, cumplirá con el propósito de electrificar una de sus vías principales.
La carretera seleccionada para este proyecto es la E20, que comunica las principales ciudades del país, tal como Estocolmo, Gotemburgo y Malmö, y que conecta los centros logísticos entre Hallsberg y Örebro. Este será la primera parte de un plan mucho mayor, el cual contempla hasta 3 000 km de carreteras electrificadas para el año 2045.
Existen tres métodos de recarga, utilizados durante pruebas en carreteras electrificadas: el sistema de catenaria, el conductivo y el inductivo. Y esta última parece ser, de momento, la opción mejor y la más compatible con todos los tipos de vehículos eléctricos. Los investigadores encargados del proyecto presumen que solamente será necesario electrificar el 25 % de las carreteras de Suecia y el sistema funcionaría de manera eficaz.
El sistema de carreteras eléctrica, está centrado en camiones y vehículos de carga pesada, sin embargo, se espera que estas novedosas carreteras también puedan beneficiar a los automóviles eléctricos particulares. Uno de sus principales objetivos es conseguir que las baterías puedan reducir su tamaño en un porcentaje significativo.
¿Qué beneficios además, podrían traer las carreteras eléctricas? Primero abarataría el coste de los autos eléctricos, algo fundamental actualmente. Asimismo, se podrían usar baterías mucho más pequeñas, lo que también reduciría su costo de producción. Y, por si fuera poco, cubriría la falta de infraestructura de recarga para asumir la transformación energética.
Para terminar, retomo el tema con que inicié este artículo: el síndrome de range anxiety o “angustia por la autonomía”. Con el sistema de carreteras eléctricas la autonomía de los vehículos eléctricos rodando por ellas sería ¡casi es infinito!
