Audi se presentó este año en Le Mans sin muchas aspiraciones y solo sus fieles seguidores esperaban un milagro para qué la marca alemana triunfara en la mítica carrera. Pero más que un milagro, lo que demostró la marca de los cuatro aros es que en Le Mans, como en cualquier carrera de resistencia, más que la velocidad es importante la fiabilidad. Con esa filosofía, Audi se adueñó del podio sin dejar espacio a Peugeot, que llegó como favorito y terminó sin siquiera llegar a la meta. Los detalles.