Los camiones utilizados en explotaciones mineras son auténticos colosos sobre ruedas. Gigantescas máquinas de carga tan altas como un edificio que hacen que los operarios que las manejan parezcan pequeños muñecos de Lego cuando están junto a ellas. Su peso en vacío varia, en función de la marca y el modelo, entre 160 y 280 toneladas y admiten una carga de hasta 360 toneladas. Sus épicas dimensiones hacen que sea prácticamente imposible transportarlos de una pieza, aunque como siempre, hay excepciones.
El protagonista de esta noticia no es ni tan grande ni tan pesado como los camiones de minería y sin embargo, puede transportar uno de estos ‘monstruos’ casi sin despeinarse. Hablamos del Mercedes-Benz Actros, que en su configuración más ‘bestia’, puede cargar con hasta 250 toneladas, lo que puede dar como resultado imágenes tan curiosas como esta:
Tal y como nos informan desde Road&Track, el tamaño de estos camiones de minería hace que habitualmente sea necesario transportarlos desmontados, pues ocupan más de dos carriles de ancho cuando están operativos. Sin embargo, en contadas ocasiones es posible trasladarlos ‘de una pieza’.