Un día más, un día menos". La frase es de Carlos Sainz, que lidia con aplomo pese a haber perdido un minuto y veinte segundos con Nasser Al Attiyah en la etapa que moría en Antofagasta. Hay que sacar lecturas positivas, así que el viento debe soplar hoy a favor pues será el qatarí quien abra pista. Siga a ese taxi, más o menos. La otra lectura positiva nos la daba el propio Al Attiyah nada más bajarse de su coche. "Peterhansel está olvidado". Es decir, un rival menos; mesa para dos.
El piloto francés de BMW tiene cada vez más complicado lo de sumar su décimo Dakar en este 2011. Está ya a 21:11. Volvió a pinchar, dos veces en esta ocasión, y no las cuatro de la etapa que acabó en Arica. Al Attiyah también, aunque el suyo fue mínimo y se produjo en los últimos diez kilómetros de etapa, con lo que salvó el match ball. Al desmontar la parte delantera, el Race Touareg 3 de Nasser evidenciaba daños producto de un fuerte golpe, al parecer al caer en un socavón. Él reía. "No pasa nada, no ¿qué socavón?", dijo, mientras Carlos, unos metros más allá, comía unos cacahuetes para recuperar calorías. "Había una zona de dunas y hemos ido rápido, pero sin volvernos locos", dijo el madrileño, a quien quizá pudo favorecer el hecho de que la especial se recortara. Al margen de la neutralización, se redujo en 208 kilómetros. "Me ha perjudicado, sí, pero eso ya es pasado", asentía Al Attiyah. Y el futuro ya está aquí, en estos tres días decisivos del Dakar 2011. Con Al Attiyah a 1:22. Y Pinchahansel "olvidado". Palabra de Nasser.