Las indicaciones son concisas: más bajo, más ligero y más potente. Ercole Espada, trabajador de Zagato, fue el diseñador de la máquina y Oarzio Satta y Guisseppe Busso, junto con Carlo Chiti, los ingenieros del proyecto. Dicho y hecho: trabajando sobre la plataforma del TZ se logró rebajar la altura hasta dejarla en 41 pulgadas (unos 104 cm) y se empleó en la carrocería un material llamado GRP, el cual era –simplificando mucho– un plástico reforzado con fibra de vidrio. Así, se logró disminuir el peso total en 100 kg.
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El motor pasó por las manos de Virgilio Conrero que utilizó carcasas de magnesio para reducir aún más el peso. La culata es sustituida por la de los modelos GTA, con un árbol de levas más cruzado y válvulas más grandes: mayor potencia. Además, se utiliza un cárter seco y así el motor puede ir en una distribución longitudinal, sin tener que alterar la aerodinámica del coche. La caja de cambios, manual, de 5 relaciones trasmitía la potencia al tren trasero. Los resultados fueron un bólido de 1.04 m de alto, 170 CV, 630 kg y una velocidad máxima de 245 km/h.
Hay que añadir que en el diseño cargaron el trazo, dando a este pequeño un aire al mítico Ferrari 250 GTO. Por ello, por la ingeniería de la que hace gala, por la legendaria relación entre Alfa Romeo y Ferrari, y el importante papel de Carlo Chiti en ambos ejemplares históricos, al TZ2 se le conoce como ”Il Piccolo Ferrari GTO“.
Competiciones
Fue presentado en 1965, participando ese año en las 24 horas de Le Mans. Los tres TZ2 se retiraron. Pero al año siguiente ganó todas y cada una de las carreras en su categoría en las que participó.