El piloto español, Fernando Alonso, dos veces campeón del mundo de Fórmula 1 ha reiterado su deseo de tener un bólido ganador para la próxima temporada. Eso no es noticia, como tampoco hay ninguna propuesta concreta para 2009. Hay una clausula del contrato con Renault que le permite salirse del equipo si el R28 no acusa buen rendimiento, pero ¿habrá una opción mejor que la armada francesa? Porque Ferrari sigue siendo una quimera, para él y para sus seguidores.
La posibilidad de ir a BMW Sauber, como pareja de su amigo Robert Kubica, es casi nula. Ya que la propia dirección del equipo alemán ha reiterado la intención de mantener sus pilotos en las venideras temporadas. Además, la escudería teutona ha demostrado su autoridad sobre el pelotón y domina, después de tres carreras, el campeonato de constructores, pero aún no gana Grandes Premios como lo hacen Ferrari y McLaren Mercedes.
Toyota y Williams Toyota, quienes están un paso por detrás de BMW Sauber y medio paso por delante de los del Rombo, no sería una opción inteligente. Renault puede superarlos esta temporada, si las nuevas piezas cumplen las expectativas. Toyota y Williams han mejorado mucho, pero no lo suficiente como para luchar con los punteros.
Entonces, que el asturiano se ponga el traje de guerrero, le entre con furia al asfalto y coopere con los ingenieros galos para desarrollar su monoplaza. No se puede quedar esperando un coche ganador, tiene que luchar por él. Renault es la opción real, el pájaro en mano, una escudería que ganó con él dos campeonatos y puede regresarlo a la cima.
No quiero pensar que Alonso tenga un acuerdo secreto con la casa de Maranello y por eso no está dándolo todo está temporada (no hablo de ganar carreras, ni subir al podio con el rendimiento de su actual monoplaza, pero si luchar posiciones en carrera). Sería la segunda puñalada del ovetense a Renault, una escudería que lo formó y le abrió la puerta este curso (incondicionalmente) cuando todos se la cerraron.