Audi 1971

Creado: Dom, 15/01/2017 - 15:34
Créditos
Jorge Esténger Wong
Audi 1971

Darián Delgado es un jovencito de dieciséis años que ha recibido un regalo muy especial: un Audi 100 Coupé 1971, único en Cuba.  A menudo calificamos cosas así, como el consentimiento excesivo hacia un hijo –a veces inmerecido- pero, cuando conversamos con él, sorprende por su madurez y mesura.  De hecho, desde niño ha participado en cuanta restauración se ha hecho y lo ha cuidado con todo esmero.  Se puede decir que ambos ”han madurado“ juntos.

Llegado a Cuba en los setenta, de manos de un alemán casado con una cubana, su padre lo compró hace quince años.  Así, toda la vida de Darián ha estado unida a este bello auto.  Desde pequeño aprendió a cuidarlo con mimo, velando por cada detalle y hoy le conoce cada ”grillito“.
 
Siendo el Audi 100 un auto extraordinario ha tenido pocas roturas.  El poco uso también ha ayudado.  El motor no ha sido reparado aún y, por esa razón, conserva sus piezas originales, a las medidas estándar.  Algún día, ese será un desafío importante y Darián ya comienza a prepararse, localizando piezas y cómo adquirirlas. Pero todavía hay tiempo, el Audi aún tiene los bríos intactos, fuimos testigos de ello.

Distinto ha sido con la pintura y el interior del auto.  Hubo que restaurar los asientos y vestidura general, respetando el diseño ”a canelones“ de los asientos y las combinaciones de materiales y colores.  Algo similar hizo con la chapistería de la carrocería y la posterior pintura, la cual logró a partir del código de fábrica.  Mantiene una imagen soberbia, sin deslucir ni en sus partes cromadas.

El Audi 100 se fabricó entre 1968 y 1995.  Tenía motor delantero, longitudinal y tracción delantera. Fue el antecesor del A6.  La primera generación –hasta 1976- se denominó C1, reconocida como uno de los autos más seguros del momento.   Estrenó en 1971 el motor de cuatro cilindros y 1,9 litros de 112 CV que se mantuvo en producción hasta 1976.
 
Los detalles llegan a la existencia de los aditamentos de fábrica, incluyendo el radio de la época y el timón Momo para ese modelo.  Damián recuerda que, en su niñez, el Audi aún conservaba hasta sus neumáticos de fábrica y hoy el gato original aún ocupa su lugar en el maletero. Solo un par de bagatelas escapan a la originalidad del Audi 100: el interruptor de luces en mal estado -al redactar estas líneas ya nos mostró el remplazo original- y las tapas de ruedas, las cuales se terminan de retocar para ocupar su lugar.  Con ellos, el auto quedará impecable.

Créditos
Jorge Esténger Wong