Audi Mesarthim F-Tron Quattro, otra ventana al futuro

Creado: Dom, 31/07/2016 - 11:13
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Ariel B. Coya
Audi Mesarthim F-Tron Quattro, otra ventana al futuro

¿Qué tienen en común Audi, un diseñador ruso y la energía atómica? Pues algo tan sorprendente como este prototipo que abre una nueva ventana en el futuro de la automoción: el Audi Mesarthim F-Tron Quattro.

Y es que mientras la mayoría de los fabricantes se exprimen los sesos creando coches eléctricos o impulsados por hidrógeno, Grigori Gorin —el diseñador en cuestión— se atreve a ir más allá en el campo de las energías alternativas, junto a la marca de los cuatro aros, al modelar un vehículo capaz de moverse mediante la fusión nuclear.

Para no entrar en demasiados tecnicismos, digamos que esta última es un proceso mediante el cual varios núcleos atómicos de carga similar se unen para formar un núcleo más pesado, mientras se libera o absorbe una inmensa cantidad de energía que sería aprovechada para dotar de movimiento al automóvil.

Por eso su mayor ventaja estriba en que solo harían falta unas cuantas estaciones nucleares para propulsar millones de coches en todo el mundo, aunque el principal reto estaría, lógicamente, en aprender a controlar y canalizar esa energía.

En ese sentido, el Audi Mesarthim F-Tron Quattro propone un sistema en el cual cuatro motores eléctricos, ubicados cerca de cada una de las ruedas, serían alimentados por unas baterías conectadas a un generador, enlazado a su vez con una turbina que girará gracias al vapor desprendido por un minireactor nuclear.

No obstante, la espectacularidad de este concept no acaba ahí ni mucho menos, toda vez que su chasis monocasco 'Solid Cage' tampoco está creado a la usanza tradicional, sino mediante un proceso de impresión 3D con materiales ligeros y ultraresistentes, equipando además el sistema MHDS (Hydro-Dynamic Magnetic System), que distribuye la tensión necesaria para mantener el carro pegado a la carretera en todo momento.

Por razones obvias de factibilidad, el Audi Mesarthim (cuyo nombre proviene, por cierto, de la constelación de Aries) constituye de momento nada más que un ejercicio de diseño que plasma hasta donde es capaz de llegar el ingenio humano. Aunque en el futuro quién quita que no se haga realidad, teniendo en cuenta lo dicho por varios expertos de que ”la industria automotriz cambiará más en los próximos 25 años que en los últimos 100“. Tener un coche nuclear para entonces no sería descabellado, ¿no?

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Ariel B. Coya