Desde hace algún tiempo BMW venía trabajando ya en el desarrollo de modelos híbridos o puramente eléctricos hasta que unos días atrás decidió finalmente propinar un golpe de efecto y en un anuncio rampante ofició la creación de una nueva submarca, denominada BMW i, a través de la cual comercializará desde el año 2013 todos los modelos de su flamante gama ecológica.
Y es que la casa bávara también se ha tomado muy en serio lo de apostar su futuro a la llamada ”automoción verde“, por lo que rápidamente ha proclamado que su nueva submarca centrará su enfoque de movilidad premium en la sostenibilidad para ofertar vehículos sumamente innovadores.
Fruto de esas sinergias, los modelos pioneros de BMW i en salir al mercado serán el BMW i3 y el BMW i8, que sintetizan la nueva filosofía de diseño LifeDrive, con una aerodinámica optimizada, para mejorar sus prestaciones.
De ese modo, el i3 (conocido hasta ahora como Megacity Vehicle) se convertirá en el primer coche 100 % eléctrico de serie del grupo muniqués para entornos urbanos, con variantes de dos y cuatro plazas. Mientras, el i8 se ha desarrollado sobre la visión EfficientDynamics de la compañía y montará un tren de propulsión híbrido enchufable, con un motor diesel 1.5 litros y dos eléctricos acoplados al eje posterior que sumarían 356 CV, para adoptar la semblanza de un vehículo deportivo con los consumos de un auto pequeño.
Para la producción de ambos prototipos BMW invertirá alrededor de 400 millones de euros en su planta de 
Leipzig, para la construcción de nuevas instalaciones, con la creación de unos 800 puestos de trabajo, pues los dos compartirán infinidad de componentes comunes como los utilizados para los motores eléctricos y las baterías de alto rendimiento de iones de litio que llevarán el lujo de BMW a un segmento respetuoso del medio ambiente.
No en vano, como trasluce su propio logotipo, esta nueva submarca no solo evoca la elegancia y el dinamismo de BMW, sella también el advenimiento de una nueva era: la automoción ecológica ya es más que una moda.