Tras casi diez años cooperando en distintos ámbitos, desde sistemas de transmisión a motores de cuatro cilindros, las automotrices BMW Group y PSA Peugeot Citroën han estrechado aún más sus lazos para favorecer al medio ambiente y juntas han invertido más de 100 millones de euros para crear una empresa conjunta de tecnología híbrida y eléctrica para sus vehículos.
Bajo el nombre BMW Peugeot Citroën Electrification, la nueva joint venture franco-alemana, tendría un centro de I+D con sede en Munich que contará con una plantilla de 400 efectivos, en su mayor parte ingenieros especialistas en electromovilidad y electrónica. Siendo ahí donde se concebirán los componentes para la electrificación de los vehículos que a partir de 2015 se fabricarían en la factoría de PSA Peugeot-Citroën en Mulhouse, Francia, con más de 250 trabajadores destinados específicamente a la nueva línea de producción.
Su objetivo, al fin y al cabo, pasa por convertirse en pionero y ”actor líder“ del mercado de automóviles eléctricos, en el campo de trenes motrices eléctricos y en el camino hacia la movilidad del futuro, gracias al 
fomento de economías de escala en términos de compras y producción.
Como aseguró su presidente Wolfgang Güllich: ”Creemos que en unos años nuestra empresa será uno de los principales proveedores de sistemas de propulsión eléctrica“.
Así pues, con esta plataforma tecnológica abierta, BMW y PSA pretenden proporcionar apoyo crucial a la industria europea a medida que esta desarrolla su estructura en áreas híbridas, en pos de lo cual fabricarían todos los componentes de una cadena de tracción eléctrica, como las baterías de alta tensión, los motores eléctricos, los generadores, los dispositivos de carga o los elementos de gestión de la energía. Un proyecto ilusionante que, en cualquier caso, agradecerá el medio ambiente.