Fueron muy conocidos antaño los modelos Super de Buick. Ahora renacen con la energía que General Motors está poniendo en esta marca y todo el trabajo de renovación que los diseñadores han puesto en el nuevo La Crosse Super para 2008.
Aunque ellos han hecho suficientes cambios en el nuevo La Crosse para distinguirlo de modelos previos, lo han hecho con elegancia. En el frente una imagen nueva por completo ofrece la primera impresión. Una parrilla frontal nueva y mayor domina un frente mas suavizado, en los parachoques resaltan los nuevos nichos para luces auxiliares antiniebla, mientras detrás el spoiler y las placas con la denominación Super redondean la nueva imagen.
El interior del Super marcará la diferencia del resto de la línea con la vestidura de piel y todo el instrumental con imagen exclusiva de este modelo. Tanto cuidado no sería nada si el Super no hiciera honor a su denominación. General Motors ha puesto a este coche en el club de más de 300 CV con su motor V8 de 5.3 litros y la tecnología de la compañía para desactivar un banco de cilindros a bajo régimen (Active Fuel Management). Este motor pone al Super en capacidad de llegar a los 100 km/h en apenas 5,7 segundos.
Para hacer esta cota con toda solvencia, Buick pone en el Super una suspensión con ajuste deportivo liderada por reconocidos amortiguadores Bilstein y llantas de 18 pulgadas. Todo se completa con los dobles escapes cromados y unos asientos de mayor calidad. Sin dudas este Super está muy por encima del resto de la línea La Crosse, condenada a mover esta mole con motores V6 de 200 y 240 CV y una muy limitada transmisión automática de solo cuatro marchas y tracción delantera. Hasta aquí va bien el nuevo Super, pero… qué podrá hacer en el segmento del Honda Accord y el Toyota Camry? ¡Escalofriante!