El Grupo FIAT desarrolla los llamados motores Tetrafuel, capaces de utilizar como medio de energía cuatro tipos de combustibles: alcohol, gasolina E20, gasolina EO y gas natural vehicular, dio a conocer el ingeniero brasileño Flavio Flisch, de la empresa FIAT Powertrain Tecnologies, que fabrica motores en ese país para el Grupo FIAT, la compañía General Motors y autos Ferrari, entre otros.
El ingeniero Flisch explicó que para desarrollar este tipo de motor, se requieren 34 000 horas de trabajo, otras 10 000 horas de ensayos para acreditar su confiabilidad y recorrer 160 000 kilómetros para demostrar su durabilidad y seguridad en la disminución de las emisiones de gases contaminantes. Entonces, dijo, el automóvil puede viajar por toda Latinoamérica sin preocuparse por la contaminación ambiental. Hoy tenemos dos caminos para disminuir la actual contaminación: el uso de combustibles alternativos con bajo nivel de carbono y la introducción de moto-propulsor híbrida y eléctrica.
Un conjunto de países atesora importantes experiencias y conocimientos que les ha permitido mejorar el nivel de emisiones contaminantes al medio ambiente en la rama automotriz, al tiempo que están capacitados para producir su propia tecnología. Y un ejemplo es Brasil. El gigante suramericano lleva más de 30 años utilizando alcohol en sus automóviles con buenos resultados.
Actualmente en la mayoría de los países que disfrutan importantes cifras de parque automotor, los combustibles principales son los derivados de la gasolina y el diesel, por ello si se pretende incentivar el uso de otros combustibles (los llamados alternativos), resulta imprescindible, ante todo, crear una infraestructura para su distribución y, luego, implementar un régimen de impuestos que estimule su utilización (algo económicamente atractivo), además de, por supuesto, vehículos para asimilar el nuevo sistema de alimentación. Brasil ha creado todo eso en poco más de tres décadas.
Hoy día es una realidad incuestionable que el uso de los llamados combustibles alternativos, entre los que se encuentran los líquidos (como el bioetanol y el biodiesel) y los basados en gas (como el gas natural y el gas natural comprimido), representan un 20 % menos en el nivel de emisiones de CO2, que los vehículos que ahora mismo usan gasolina. Y esa es una buena noticia para cualquier nación con gran cantidad de vehículos en circulación, tanto para mejorar el medio ambiente como para su nefasta consecuencia: el calentamiento global.