Cuba: Así frena mi Chevy´51

Creado: Lun, 26/10/2009 - 16:41
Créditos
Jorge Esténger Wong

Cada cierto tiempo hemos descrito en esta sección cómo los cubanos nos arreglamos para mantener funcionando los autos de antaño, que han pasado a formar parte de nuestra identidad. Hoy dedicaremos nuestro espacio a describir una de las formas para mejorar los sistemas de frenos de zapata y tambora, en este caso de un Chevrolet 1951, a frenos por discos.

El primer elemento que el dueño de este Chevy tuvo en consideración fue el peso del automóvil. Era lo más importante, pues cualquier auto moderno tiene más potencia y aceleración y por tanto su sistema de frenos va a garantizar una eficiencia de frenado superior a la del viejo Chevy. Así se decidió escoger el sistema de un Van Toyota Hiace destruido en un accidente, e incorporar algunos de sus elementos al Chevrolet.

En primera instancia se procedió a elaborar una pieza de acero (lo que los ”cacharreros“ cubanos llamamos un ”entre dos“) hecha a la medida del muñón del Chevy´51, sobre el cual se encuentra el plato de frenos original del auto, para sobre ella montar las pinzas de frenos del Toyota. El otro punto importante es verificar –y de ser necesario rectificar- los cubos de rueda para que el disco de frenos que será instalado no tenga oscilación durante su funcionamiento. De esta forma el disco de frenos ”entra“ en el cubo de rueda, acopla con los clanes, se fija con los mismos clanes y queda en la posición correcta para su funcionamiento.

Luego queda por resolver el problema del mando. El original del Chevrolet´51 es un sistema que funciona a través del piso del auto y ahora el servofreno, la bomba y el pedal del nuevo sistema funcionan ”desde el aire“. Por tanto el pedal que se instalará en el interior del auto debe coincidir con el vástago de accionamiento del servofreno y la bomba. Con esta solución se logra una mejora considerable en un auto que pesa cerca de dos toneladas y aunque es cierto que no disfruta de aceleración, frenar es muy importante cuando debe convivir en la vía con autos modernos (con frenadas muy superiores) y él, por su peso, tiene una considerable inercia.

Créditos
Jorge Esténger Wong