Juan Manuel Fangio, nacido en 1911, en Balcarce, provincia de Buenos Aires, conquistó cinco campeonatos mundiales de Fórmula 1. Se retiró del automovilismo en 1958, a los 47 años. Hombre humilde y sencillo, comenzó barriendo un taller mecánico. Sin embargo, gracias a la entrega y entusiasmo que sentía por el automovilismo, los vecinos de su ciudad hicieron una colecta y consiguieron dinero suficiente para comprarle un Chevrolet, con el que ganaría títulos locales.
En 1957 gana en Nürburgring (Alemania) el Campeonato Mundial de Fórmula 1, sumando con éste, el récord de cinco títulos mundiales, solo superado por el alemán Michael Schumacher que suma siete coronas. A esta carrera del 4 de agosto de 1957 se la recuerda como la mejor de todos los tiempos. Fangio, logró sus campeonatos mundiales en 1951, 1954, 1955, 1956 y 1957, con la particularidad de negociarlos con cuatro escuderías diferentes: Alfa Romeo, Mercedes Benz, Ferrari y Maserati.
Fangio, además, forma parte de la historia de las celebraciones con champagne en la categoría reina del automovilismo. Fue justamente durante el G.P. de Francia en Reims (centro geográfico de la zona de Champagne) donde ganó el mítico argentino. Paul Chandon Moët y su primo el conde Frédéric Chandon de 
Brailles, le acercaron unos botellones de dicha bebida al podio. Así, en forma algo aislada pero constante, se siguió con esta particular forma de festejar la victoria.
Con respecto al tradicional baño de champagne, se realizó por primera vez en forma casual y accidental Laughing, durante el podio de las 24 Horas de Le Mans de mediados de la década del '60, cuando el botellón que tenía Jo Siffert en sus manos y debido al calor, el corcho de la botella salió despedido y la bebida espumosa regó a todos los que estaban cerca. Tiempo después, fue Dan Gurney, en la edición de 1967, cuando de forma voluntaria agitó la botella despidiendo el corcho y bañando a diestra y siniestra.