EBRO: ¡Está como un camión!

Creado: Sáb, 02/07/2016 - 13:18
Créditos
Jorge Esténger Wong
EBRO: ¡Está como un camión!

Las camionetas Ebro dejaron recuerdos increibles en esta Isla cuando tuvieron presencia masiva, allá por los años setenta. Eran fuertes y resolvieron la gestión del transporte de pequeños comercios por varios años, por eso damos un repaso a su historia, seguros de que muchos las recordamos con nostalgia.

Motor Ibérica (Ebro) comenzó su historia de la mano de la italiana Alfa Romeo, en fecha tan lejana como 1956. La empresa surgió como FADISA, por Fabrica de Motores Diesel S.A., y arrancó produciendo modelos Alfa, de los cuales se ensamblaban los componentes llegados desde Italia.

Ya para 1959, comenzó la producción de los motores Perkins, de origen británico. Eran más robustos, eficientes y durables que los anteriores y tuvieron mejor aceptación. En 1967 Motor Ibérica, en cuyo accionariado se encontraba Massey Ferguson, que a su vez era dueña de Perkins, compró FADISA. A partir de entonces las cosas fueron "in creccendo" para Ebro, hasta 1978, cuando alcanza su cenit.

LA FURGONETA EBRO F-108: ¡ESTÁ COMO UN CAMIÓN!

Imagen agradable, bien actualizada para los tiempos. Detalles hasta en las llantas, panel de instrumentos muy completo y espacio de carga generoso y accesible -de hasta 4.5 m2 y 6.5 m3 en el furgón- definían a la Ebro F-108, lanzada en 1971.  Además, resultaba muy útil la existencia de acceso directo desde la cabina al compartimento de carga, con separación a toda altura, para protección del conductor y ayudante. Existió una versión de pasajeros, denominada Combi, con capacidad de hasta 8 personas.

La mecánica de la Ebro F-108 estaba liderada por el resistente motor Perkins 4-108, de cuatro cilindros en línea y 1.760 cc, el cual desarrollaba una potencia de 57 CV. La transmisión, suspensión, dirección y frenos eran los mismos del modelo anterior, con algunas mejoras. Los frenos hidráulicos Girling actuaban sobre las cuatro ruedas, pero con la opción de montar un servo freno con depresor, y válvula repartidora, que limitaba el esfuerzo de frenado en el eje posterior de acuerdo con la carga del vehículo.

Recuerdo que la F-108 era bastante cómoda de conducir, el motor respondía bien y era fiable. La caja de cambios era suave y sus cambios fáciles. La dirección, aunque suave sobre la marcha, seguía siendo dura a la hora de maniobrar. Este modelo tal vez haya sido el más conocido de la marca, se mantuvo en producción hasta 1976, dando paso al F-260.

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Jorge Esténger Wong