El buque carbonero norteamericano Merrimac

Creado: Dom, 31/05/2015 - 14:43
Créditos
Willy Hierro Allen
El buque carbonero norteamericano Merrimac

Con vistas al desarrollo del comercio y el turismo marítimo, la rada de Santiago de Cuba está siendo saneada con la supervisión del Grupo Bahía de la Administración Provincial. Se informó que los pecios de valor patrimonial no serán tocados, como el viejo buque carbonero estadounidense Merrimac, hundido durante la  guerra cubano-hispano-norteamericana ¿Por qué está sumergido ahí? ¿Cuál es su historia? 

A principios de mayo de 1898 arribó al puerto de Santiago de Cuba, una flota española al mando del almirante Pascual Cervera y Topete, durante la guerra cubano-hispano-norteamericana. El 19 de mayo, una poderosa flota estadounidense, bajo el mando del almirante Sampson, bloqueó la bahía santiaguera. La ciudad se encontraba rodeada y bajo asedio, los españoles la defendían desesperadamente a sangre y fuego.

Cervera y su flota quedaron atrapados en esa bahía de bolsa, con un canal de salida estrecho y angosto, frente a un enemigo superior en fuerzas y medios, e informó a sus superiores de La Habana y Madrid. Por su parte Sampson apreció tácticamente en las pésimas condiciones que se encontraba Cervera y trazó un inteligente plan para capturar la flota española sin grandes averías e incorporarla a su Armada.

El almirante Cervera, como experimentado comandante naval, sabía que si salía con su flota, aun en pleno zafarrancho de combate, sería destruida sin piedad por la poderosa escuadra norteamericana y así lo hizo saber a sus jefes, que con un ímpetu  desmedido y patriotero soñaban con liquidar los buques norteamericana. Mientras, Cervera esbozaba algún método capaz de cumplir el propósito de salvar la mayor cantidad de marineros, si se producía la batalla, porque sabía que le darían la orden de salir a combatir.

El plan del Almirante Sampson era simple: toponear el canal de entrada de la bahía para inmovilizar la flota española dentro y esperar la ya inminente rendición de las tropas de España en la ciudad de Santiago de Cuba. Para cerrar el canal, Sampson planeo hundir el buque carbonero Merrimac, que viajaba con su flota como barco de suministro para abastecer durante la travesía a los navíos de guerra. Según el plan de Sampson, se rodeó  el Merrimac con jarras llenas de pólvora, las que explotarían cuando el barco estuviera encima del canal para que, al hundirse, lo obstruyera.
   
Se solicitaron voluntarios para la misión y se presentaron siete: el teniente de ingenieros Hobson y seis marineros. La noche del 2 al 3 de junio, el Merrimac y su mortífera carga se acercó a la bahía silenciosamente, pero fue avistado por los vigías españoles. Sonó la alarma e inmediatamente abrieron fuego contra el barco norteamericano desde la batería en tierra de Punta Gorda, así como del crucero Reina Mercedes, fondeado en la bahía, al tiempo que el destructor Plutón preparaba sus torpedos. A bordo del Merrimac, poco o nada pudo hacer Hobson y sus marinos, mientras el buque era impactado por el infernal  cañoneo español, y no pudieron llegar al canal ni hacer explotar las jarras de pólvora. Al final, para salvar sus vidas, tuvieron que lanzarse al agua en una balsa.

La armada española se ensañó con el Merrimac porque no podían dejarlo llegar al canal y, finalmente, el Plutón lo hundió con dos torpedos antes de que tapara la salida de la rada santiaguera. El plan del almirante Sampson fracasó. Hobson y sus compañeros fueron hechos prisioneros por los marinos españoles y tratados con todo respeto por órdenes expresas de Cervera. Sin embargo, los norteamericanos tomaron venganza y el 6 de junio bombardearon a la flota española atascada en la bahía santiaguera, averiando seriamente algunos buques, entre ellos el crucero Reina Mercedes, que recibió 35 impactos directos.

Etiquetas
Créditos
Willy Hierro Allen