En 1997 Francisco Reyes Mediavilla pudo cumplir un anhelo de mucho tiempo. Ese año, logró adquirir un automóvil -algo difícil en esos momentos en Cuba- pues se vivía la crisis conocida como Período Especial. El azar, travieso como pequeño chiquillo de barrio, lo hizo conocer al hasta entonces propietario de un bello Chevrolet 1940, el cual mantenía en excelente estado.
La edad, sin embargo, le impedía ya prestar la atención que el hidalgo automóvil reclamaba, y surgió entre ambos la idea de la adquisición del Chevrolet 1940. Fue este un arreglo casi providencial para todos, pues su dueño ofreció un precio más que razonable con la sola, e innegociable, condición del cuidado exquisito del auto. Frank, recién graduado como técnico en química apenas comenzaba a laborar en la Empresa Aguas de La Habana, y jamás hubiera podido permitirse semejante placer de otra forma. El Chevy, por su parte, no pudo llegar a mejores manos: los años se han encargado de confirmarlo.
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Desde el primer día, Frank se dedicó al cuidado del auto y lo ha mantenido por estos quince años, con verdadera pasión. Ese mismo año de 1997, Frank se integró al Club Rodante y al Club de Automóviles de La Habana, y comenzó a participar en sus actividades aprendiendo aún más sobre los autos de época en general, y el suyo propio. Más tarde se unió a la Escudería ”A lo Cubano“, una de las más populares organizaciones de autos antiguos y clásicos de Cuba. Allí, la presencia de Frank, junto a su familia, se ha hecho tradicional para quienes no cesan de admirar el asombroso estado de conservación y funcionamiento de este veterano con 72 años de marcha ininterrumpida.
El Chevrolet 1940 de Frank mantiene todos sus agregados principales auténticos, con más del 85 por ciento de sus partes originales, según certifica la Comisión Técnica de la UCAMAC (Unión de Clubes de Autos y Motos Antiguas de Cuba). Esto le ha valido una gran cantidad de premios y reconocimientos en los más disímiles eventos y exhibiciones donde ha participado. En todos atrae la atención del público, fiel admirador de la sólida sobriedad de un auto que no necesita estridencias para llamar la atención: como todo lo realmente bello. Por esta razón, Frank muestra orgulloso el ”palmarés“ de su auto, en el cual sobresalen los primeros lugares a la Originalidad y Belleza en los concursos del 2008 y 2009; el otorgamiento de la condición de Joya del Automóvil Antiguo de la Escudería A lo Cubano, en 2009; y el Premio a la Elegancia de la UCAMAC 2011.
Chevrolet Special De Luxe 1940
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El Chevrolet Special De Luxe 1940 fue uno de los últimos modelos en ver la luz antes de la Segunda Guerra Mundial, pues la producción civil cesó en 1942. Contaba con el discreto y fiable motor seis cilindros ”Stovebolt“ de Chevrolet, el cual entregaba una potencia de 90 CV a 3 300 rpm. Esta máquina recién había llegado al mundo en 1937 y aún estaría a bordo de los modelos de Chevrolet por varios años más, siendo incluso el primer motor instalado en un Corvette, en 1953. El resto de la mecánica del Chevrolet Special De Luxe 1940 era muy convencional con una transmisión mecánica de tres marchas, frenos hidráulicos de zapata y tambora y dirección mecánica, sin asistencia.