Cada marca tiene su logotipo oficial, pero qué hacer cuando el nombre de un producto supera el símbolo original de fábrica para convertirse en una manera de vivir, en una especie de consigna, en conducir uno de los íconos de las motocicletas, porque tener una Harley-Davidson o ser ”harlista“: es una forma diferente de montar, de mirar el camino, de ”hacer“ mecánica, un modo de ser distinto a los demás motociclistas.
Las motocicletas Harley-Davidson son como una leyenda que viaja sobre ruedas, sus seguidores son verdaderos fans y en conjunto forman un proceder especial dentro del mundo de los moteros. Son ”harlistas“, categoría única y diferente a todos los demás motociclistas. Tan distinta que tienen, además, un sinnúmero de logotipos (yo he contado 17) en las motos y en la ropa, que los identifica.
Esta historia comienza en Milwaukee, Estados Unidos, con dos jóvenes de apenas 21 años (William Harley y Arthur Davidson) que jugaban a construir un sueño (fabricar motocicletas) y sin proponérselo crearon una leyenda.
William y Arthur eran amigos de la infancia, solían pasar el tiempo imaginando y diseñando imaginarias motocicletas. William tenía cualidades de diseñador, Arthur de modelista, por lo cual formaron la unión perfecta entre diseño y funcionalidad. Pero les faltaba una pieza clave para poner en marcha su sueño: un mecánico que se hiciera cargo del motor.
Un día el hermano de Arthur hace una visita a los dos amigos para ver el prototipo que están haciendo, se entusiasma de tal forma que decide quedarse en Milwaukee para ayudarles. Casualmente, era mecánico. Y pronto se les une el tercer hermano de Arthur. Así, William Harley y los tres hermanos Davidson fundan la Harley-Davidson Motor Company el 28 de agosto de 1903.
El primer logotipo fue el apellido de los dos fundadores, pintado en el tanque de gasolina. Así comenzó esta historia. Solo dos años más tarde, en l905, ya Harley-Davidson había producido una moto capaz de ganar una carrera de 15 millas. En l907, las Harley-Davidson consiguen cuatro trofeos en carreras de motos, la mayoría pilotadas por los hermanos Davidson. La historia se va haciendo leyenda, porque a partir de entonces, comienzan a participar en las carreras de motos más prestigiosas de Norteamérica con buenos resultados.
Pero los logotipos de Harley-Davidson no se hacen famosos en las carreras, son un producto adicional de las propias competencias en las que la marca participa con infinidad de ”harlistas“, logo que identifica tanto a la marca como a quien pertenece la motocicleta.
Sin embargo, entre tantos logos, se pueden identificar algunos rasgos similares que están presentes en todos: las palabras motor y cicle, así como el logotipo original: Harley-Davidson. Por tanto, las palabras motor y cicle fueron añadidas al nombre original. Y en muchos además, un águila los corona. Con todos estos elementos clásicos, el logotipo toma las formas más caprichosas imaginables y los añadidos más espectaculares.
En los años 80 del siglo pasado, un lema distinguió a los ”harlistas“: ”El águila vuela sola“.