El Muelle de las Cucarachas

Tras un bello paisaje en una de las orillas de la bahía santiaguera, señalado por viejos pilotes abandonados de lo que una vez fue un muelle, está tejida la historia fatal de desaparición y muerte (un tanto misteriosa) de casi 500 almas. Aquí atracó por última vez el vapor español Valbanera el 5 de septiembre de 1919, para días después, navegar hacia la eternidad.

En un interesante artículo de Teresa Rodríguez Jaén y Mayla Acedo Bravo, publicado en el portal de la Oficina del Conservador de la Ciudad de Santiago de Cuba, se cuenta la historia del muelle desde donde zarpó, por última vez, el tristemente célebre vapor español de pasajeros Valbanera, de la naviera Pinillos, con destino a La Habana.

Aquí, precisamente en este muelle, comienza para mí un enredado misterio de vida o muerte, pues (según consta en los documentos de arribo) debían dejar el barco (de acuerdo a su boleto) solo 44 pasajeros y se bajaron para quedarse nada menos que 742 viajeros. ¡698 personas más de lo previsto! ¿Qué fue lo que los impulsó a abandonar el buque teniendo pasaje pagado (la gran mayoría) hasta la capital?

El Valbanera partió rumbo a La Habana con 488 personas a bordo (entre pasajeros y tripulantes) y lo sorprendió un ciclón tropical en la costa norte de la Isla, afirman que llegó a la altura del Morro habanero e hizo señas lumínicas pidiendo práctico para entrar a puerto, pero debido al mal tiempo y a lo peligroso de la maniobra, le negaron la entrada. Entonces el buque informó que capearía el temporal mar afuera y desapareció.¿Por qué tantos pasajeros (que debían continuar viaje) bajaron del barco y se quedaron en Santiago de Cuba? Después del desastre, aparecieron un buen número de historias (algunas fantasiosas) de augurios, premoniciones y presentimientos que poco aportan para aclarar el misterio de por qué se bajó tanta gente (que debía seguir viaje) en Santiago. Y fue este muelle, que hoy conserva solo sus pilotes, testigo de aquellos que desembarcaron y (quizá sin saber) salvaron sus vidas.

Este lugar tiene historia. Aquí estuvo el Muelle de Cabotaje, construido en 1874, que a partir de 1889 se llamó Muelle de la Luz y hoy se conoce como Muelle de las Cucarachas. Cuentan también que por aquí estuvo Cristóbal Colón, en su segundo viaje, en el que le dio el nombre de Puerto del Rey, y fue desde aquí que partió Hernán Cortés a la conquista de México. Pero dicen que no fue hasta 1771 que se construyeron muelles y espigones.