Con un diseño de más clase, el confort extremo de una exclusiva berlina de lujo y la tecnología más sofisticada de cualquier vehículo de competición, el nuevo Range Rover impone por las claras que vale su precio, y deberemos pagar por él. Esta cuarta generación viene al rescate del modelo actual, tan acertado que ha resistido diez años en el fuerte mercado de los SUV, donde todos los fabricantes han querido meter la mano y atrapar un pedazo de pastel.
Lo primero a destacar es la significativa reducción de peso de este nuevo ejemplar, la cual llega hasta los 420 kg. Con esto, no es de extrañar que los 258 CV de potencia del motor básico, un V6 TD de 3,0 litros, rindan una enormidad y sean capaces de fijar el precio básico de este modelo en unos 98,500 Euros, para el mercado europeo. Con esta planta el nuevo SUV acelera de 0 a 100 km/h en 7,9 segundos y anuncia un consumo medio de 7,5 lts/100kms, con 196 g/km de emisiones de C02. Estos números se traducen así: el gasto de combustible es un 22% menor al Range Rover anterior.
Sin ”revoluciones“ en su imagen el nuevo Range Rover sigue el designio que los clientes de la marca plasmaron en encuestas, pero su carrocería es ahora de aluminio, aportando una extraordinaria rigidez y salvando muchas libras de peso. Sin embargo, las dimensiones crecen ligeramente, con casi tres centímetros más de longitud, y se reduce algo la altura, logrando una imagen más estilizada y conservando el ADN de la rancia marca británica. Mención aparte para el imponente frontal y su elegante silueta lateral. Ellos complementan el esfuerzo de un diseño bien concebido y ejecutado con todo respeto. Todos estos cambios, aunque ligeros y sutiles, aportan una aerodinámica muy mejorada (CX 0.34), ratificando un axioma del cine: los mejores efectos especiales son aquellos que nos resultan ”invisibles“. La otra mejora importante del Range Rover 2013 es su interior, ahora con unas plazas traseras más amplias y confortables, más espacio para las piernas, y un maletero de 550 litros. Para imponer su clase con todo carácter se utilizan materiales como el cuero, y la madera, que los británicos siguen dominando con maestría.
Para mover al nuevo RR 2013, además del V6 TD estándar, hay otros dos motores disponibles: un 4.4 TDV8 turbodiésel de 339 CV, y el implacable 5.0 V8 Superchargued (biturbo) de gasolina con 510 CV. Con él el Range Rover llega a 100 km/h en solo 5,4 segundos y alcanza 250 km/h. Señores, esas cifras son para un deportivo. Todos los motores están acoplados a un moderno cambio automático secuencial de ocho marchas accionable desde el volante, tracción 4x4 de Range Rover y la quinta generación de la suspensión neumática regulable en altura, que permite vadear zonas de agua de hasta 90 centímetros de profundidad. Además, la segunda generación del sistema Terrain Response, con cinco programas específicos para circular fuera del asfalto (normal, arena, piedras, grava/nieve y barro/surcos) y una nueva posición Auto, que elige de forma automática el más apropiado en cada momento. La gama cierra con una versión plug-in o híbrida enchufable (PHEV) que combina el motor 3.0 TDV6 y otro eléctrico y rinde 338 CV. Los performances mejoran en todos los aspectos: acelera de 0 a 100 km/h en menos de siete segundos y su consumo medio es de solo 6,3 lts/100kms.