39,92 metros de largo, 34,41 metros de ancho, hasta 7,91 metros de altura y 2.750 toneladas de peso. Con tales cifras en la mano uno puede estar pensando en el transporte oficial de ‘Los Vengadores’, pero de ficción, nada. Su nombre oficial es B-52 y existen dos en el mundo: se trata de los vehículos encargados de transportar transbordadores de la NASA, a lo que cariñosamente se les conoce como Hans y Franz.
Parece impresionante que estos dos monstruos fueran creados en 1960. Fruto de la carrera espacial en plena Guerra Fría, el ‘a ver quién la tiene más grande’ entre EE.UU y la URSS dio como resultado a Hans y Franz. Ambos fueron quienes cargaron con los transbordadores de las famosas misiones Apollo, entre otros. Su misión pasa por transportar los vehículos espaciales, de cerca de 7.000 toneladas, del Edificio de Ensamblaje de Vehículos al Complejo de Lanzamiento 38, en el Centro Espacial Kennedy. Una tarea que no sería posible sin la fisonomía de la que hacen gala. Su secreto, además de su impresionante superficie de carga y volumen, son las dos orugas con las que se mueven formadas por 456 piezas de 2,28 metros de largo y 0,45 de alto las cuales pesan individualmente 1,1 toneladas.
Hoy Hans y Franz vuelven a ser noticia porque la NASA va a actualizar ambos transportadores oruga: ¿para qué jubilarlos en un museo cuando siguen funcionando a la perfección? Los cambios comienzan por la mecánica, con la incorporación de dos nuevos motores Cummins que vendrán a sustituir a los Alco V16 de 2.750 CV alimentados por gasóleo. Estos dan vida en la actualidad a cuatro generadores de 1.341 CV cada uno, que mueven los 16 motores de tracción propulsados asociados a las orugas. También serán sustituidas éstas últimas a fin de aumentar la capacidad de carga de 7.000 a 9.000 toneladas de transporte. Nuevos sistemas de control eléctrico, la actualización del controlador lógico programable, mejorados paneles de instrumentación y nuevas válvulas hidráulicas serán otras de las incorporaciones para hacer de estos dos B-52 modelos más acordes a las necesidades del siglo XXI.
Ambos vehículos serán los encargados de transportar a los protagonistas del Space Launch Sytem (SLS), un programa de lanzamiento futuro con nuevos cohetes como protagonistas y que está fechado para 2017. Quizá Hans y Franz no se lleven la gloria de acariciar las estrellas, pero sin ellos nada de esto sería posible.