El Virginius, un buque ligado a Santiago de Cuba

Creado: Dom, 24/05/2015 - 12:14
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Willy Hierro Allen
El Virginius, un buque ligado a Santiago de Cuba

El Virginius era un barco de los Estados Confederados del Sur durante la Guerra de Secesión Norteamericana. Traficaba burlando el bloqueo entre La Habana y Mobile. Capturado por el Ejército de la  Unión (Norte) más tarde fue vendido a independistas cubanos para llevar hombres y pertrechos a la Isla. Fue apresado por los españoles y llevado a Santiago de Cuba, hoy este barco mercante es parte de la Historia de la ciudad por lo ocurrido.  

El 1ro de noviembre de 1873, llegó al puerto de Santiago de Cuba, el vapor Virginius, un barco mercante utilizado por los cubanos con fines patrióticos que se hizo parte de la Historia de la ciudad por todos los acontecimientos ocurrido a su alrededor. Venía remolcado y en carácter de ”apresado“, por el buque de guerra español Tornado, con 165 personas a bordo, la mayoría británica y estadounidense, así como un grupo de cubanos.

La historia del Virginius comienza con su construcción en el astillero del río Clyde, en Escocia, allá por 1864. Su primer propietario fue los Estados Confederados del Sur (Norteamérica) que lo adquirió con el fin de burlar el duro bloqueo impuesto por la marina de la Unión (Norte), durante la llamada Guerra Civil norteamericana o Guerra de Secesión (1861-1865), ”el Norte contra el Sur“, tras la derrota de los Confederados en la batalla de Gettysburg (1863).

El buque se llamó en su origen Virgin, pero los cubanos lo cambiaron al comprarlo por Virginius. La nave, de vapor con ruedas de propulsión laterales, tenía 61 metros de largo con un desplazamiento de 491 toneladas. Siendo propiedad de los Confederados, el Virgin fue capturado por la marina de la Unión en el curso de un viaje entre La Habana y Mobile, una travesía que realizaba a menudo, esta vez cargado de algodón.

Con bandera de la Unión, el Virgin fue utilizado durante 5 años en distintos menesteres, tanto por el Ejército como por particulares, hasta ser vendido en 1870 a un agente del general mambí Manuel Quesada, quien volvió a registrar la nave bajo el nombre de Virginius. De 1870 a 1873, el Virginius sirvió a los insurrectos contra el colonialismo español en Cuba y Venezuela transportando armas y hombres.

Los españoles comenzaron a perseguirlo. El 23 de octubre de 1873, salió de Jamaica con su carga de libertadores, pasó por Haití a recoger pertrechos y enrumbó hacia Cuba, pero nunca alanzó las costas cubanas. Estando ya a la  vista el lomerío guantanamero, fue divisado por el navío de guerra español Tornado. De inmediato el Virginius cambió el rumbo y puso proa a Jamaica ”a toda máquina“. Pero ya no era el mismo de antes, hacía aguas por el casco y sus motores ya habían perdido mucha potencia. Para aligerar peso echaron al mar toda la carga, hasta los equipajes, pero no fue suficiente, la máquina colapsó y terminó por detenerse. Ocho horas duró la persecución.

El informe del Tornado dice que fue capturado a 6 millas de Jamaica, tanto marineros como pasajeros afirman que ya estaban en aguas jurisdiccionales británicas (Jamaica era posesión inglesa). El Tornado remolcó al Virginius hasta Santiago de Cuba. El día 4 de noviembre de 1873, empezaron los fusilamientos del personal del Virginius. Fueron fusilados en Santiago de Cuba los generales del Ejército Libertador cubano: Bernabé Varona (Bembeta), Pedro Céspedes, Jesús del Sol y Washington Alberto Claudio O’Ryan. El día 8, fusilaron al Capitán del Virginius y a 36 de sus tripulantes. Tal parecía que los crímenes no terminarían.

Los Cónsules de Inglaterra y Estados Unidos en Santiago, protestaron ante el general español Juan Nepomuceno Burriel, comandante de la plaza, sin recibir respuesta. Un mensaje oculto enviado por un empleado cubano de la agencia británica del cable en Santiago, llegó a Jamaica y se formó tremendo revuelo. A las 11 de la mañana del 8 de noviembre de 1873, arribó al puerto de Santiago de Cuba el buque de guerra británico Niobe, procedente de Kingston, Jamaica, al mando de Sir Lambton Loraine. De inmediato, el comandante Loraine le llevó un mensaje al general Burriel. Le decía Loraine a Burriel (más o menos): mi Gobierno no está enterado de lo que está  sucediendo aquí… Exijo que detenga Usted esta carnicería… No creo necesario explicar lo que haría si no atiende mis demandas… Y esperó la respuesta en el propio Palacio del Gobernador. Los fusilamientos fueron suspendidos. El 3 de diciembre le entregaron a Loraine un grupo de sobrevivientes del Virginius, el otro grupo se llevó a una corveta de la flota naval  estadounidense. Todos los sobrevivientes viajaron a Nueva York.

Los santiagueros, después de la guerra, llamaron a la Alameda Michaelsen ”Calle Lambton Loraine“ (hoy avenida Jesús Menéndez) y se erigió un busto del valiente capitán inglés junto a los de José Martí, Germán Michaelsen y Clara Burton. El vapor Virginius partió de Santiago de Cuba el 12 de noviembre de 1873, escoltado por los buques de guerra españoles Tornado e Isabel la Católica, por acuerdo entre Estados Unidos y España. Fue llevado al puerto cubano de Bahía Honda, donde se entregó al navío de guerra americano USS Dispatch, el día 18. Su estado era lamentable, el Dispatch tuvo que remolcarlo. El destino final sería Nueva York, pero no llegó. Sus vías de agua aumentaron, las calderas fallaron y se pararon las bambas de achique, surgió un mal tiempo que arreció y el Virginius se hundió finalmente poco después de las 4 de la tarde del 26 de diciembre de 1873, en aguas del Atlántico, cerca de Oak Island.

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Willy Hierro Allen