El 911 GT3 RS nos ha dejado este año 2010 a todos los periodistas completamente impresionados. Es una máquina carreras-cliente tan capaz, y a la vez tan usable en carretera abierta que no hay nada en el mundo sobre cuatro ruedas capaz de acercársele.
Es el sueño de todos aquellos que queremos rondar por el Nordchleife sin miedo a ser adelantados por nadie. Sólo un GT-R puede implicar algo similar en términos de prestaciones, pero no en términos de sensaciones al volante, pues jugan en dos ligas completamente distintas.
Mis impresiones sobre este coche cambiaron completamente, antes y después de que "me puliera" en Nurburgring (ver vídeo tras el salto) donde intentando emular su trazada me quedaba perplejo al ver la motricidad del monstruo de Stuttgart mientras yo perdía irremediablemente el morro de "Turbotín".
Así que tras todo este alegato no nos extraña por un sólo momento que el 911 GT3 RS sea el vencedor de una cerradísima batalla entre coches como el 458 Italia o el SLS AMG para llevarse el premio de EVO al mejor coche del año. Enhorabuena una vez más a Porsche por esta máquina impresionante.