El drama del navegante francés Patrick Pivato prosigue y con tintes de ”culebrón“, pues apenas una semana después de dársele por muerto debido a las secuelas del accidente que tuvo en Sapporo, ahora resulta que vive y evoluciona sin peligros. La excelente noticia alegró a quienes ya lloraban al co-piloto del belga Francois Duval, quien sin embargo canceló su participación el próximo fin de semana en el Rally de Gales, última cita del campeonato, pues no se siente sicológicamente listo.
El ”resucitado“ creó una página Web –www.pivato.fr- para ofrecer con regularidad partes de su evolución, y de paso honrar a los nueve benefactores de la familia del Mundial de Rallyes que donaron sangre para salvarlo.
”¿Dónde estaría sin su ayuda? Me honra nombrarlos: Nick 'Dobby' Beckett (Suzuki), Silvano Bisio (Pirelli), Eric Lighter (Autohebdo), Xavier Guégan (ERTF), David Lapworth (Subaru), John Millets (Subaru), Benoit Nogier (Citroen), Toni Pehkonen (Suzuki) y David Vissenga (delegado médico de la FIA)“, escribió.
También agradece a su familia y amigos, a su jefe Malcolm Wilson, a su compañero Duval y a quien sería su reemplazo en Gales, el veterano Denis Giraudet. El propio Wilson, jerarca del equipo Ford, ratificó que la más reciente cirugía que le hicieron a Pivato fue un éxito y el navegante mejora por días.
Tras la buena noticia, otra muestra de esperanza: Henning Solberg aún no termina esta campaña y ya piensa en la próxima, aunque sin saber aún para quien correrá. El mayor de los hermanos Solberg ya aseguró el apoyo de la multinacional Expert, y estudia si conducirá un Citroen C4 WRC o un Subaru Impreza, aunque tampoco ha descartado montar uno de los Ford de M-Sport.
Y al pentacampeón mundial Sebastien Loeb las cosas no dejan de irle, literalmente, sobre ruedas: en Japón garantizó su quinta corona consecutiva en apenas seis años, y poco después finalizó octavo en los test invernales de Fórmula 1, por encima de pilotos mucho más experimentados a los mandos de un monoplaza.
El alsaciano probó la semana pasada uno de los impresionantes Peugeot 908 Hdi que disputaron las pasadas 24 Horas de Le Mans y tras solo cinco vueltas ya estaba a menos de medio segundo del mejor tiempo del astro Stephane Sarrazin, quien luego devolvió el favor y piloteó un C4 WRC en una pista de tierra cercana a Castellet.
Según declaró luego, a Loeb le sorprendió la reducida visibilidad que permitía el ”cockpit“, y aunque saboreó cada minuto de esta nueva experiencia, admitió que en ningún momento logró la suficiente confianza con un coche tan vibrador como para atacar a fondo.