La NASA y su X-33

Creado: Vie, 16/06/2017 - 22:22
Créditos
Ana París
La NASA y su X-33

Hemos intentado fabricar todo tipo de aparatos para usar en el espacio, entre esos el X-33 que fue un intento de la NASA por utilizar algo barato y reutilizable, en su época de buscar proyectos de bajo coste, no queriendo volver a errores pasados, decidieron desarrollar un par de vehículos experimentales.

El primer proyecto que fue aprobado dentro del marco del programa RLV fue el X-34, un demostrador de lanzadera espacial no tripulada que debía despegar desde un avión convencional y situar hasta 450 kg de carga útil en órbita baja.

El X-34 era un sistema  TSTO (Two Stages To Orbit), es decir, que estaba formado por dos etapas –el avión y el propio X-34– totalmente reutilizables. Los sistemas  TSTO siempre han sido considerados como uno de los métodos de acceso al espacio más prometedores.

La verdadera carta de triunfo de la aeronáutica eran los sistemas SSTO (Single Stage To Orbit), lanzadores capaces de alcanzar el espacio con una única etapa. Un sistema SSTO reutilizable siempre ha sido el sueño de cualquier ingeniero aeroespacial. Con el fin de crear un sistema de este tipo, la NASA puso en marcha el progra,ma X-33. El objetivo era reducir el coste del acceso al espacio.

Un cohete aumenta su carga útil si lo conformamos en varias etapas, fases que se desprenden en la medida que asciende hacia la órbita, para lograr un sistema SSTO hacía falta una técnica más sofisticada.

El X-33 no era un vehículo espacial operativo, sino un prototipo para demostrar los sistemas SSTO. Tres empresas se ofrecieron para probar fabricarlo.

La propuesta más revolucionaria era la de LM, le llamaremos con sus iniciales por lo engorroso de los nombres extranjeros. Su X-33 tendría forma de cuerpo sustentador con unas alas muy pequeñas. Sería el fuselaje de la nave el que generaría la sustentación necesaria para permitir el planeo del vehículo. De esta forma se prescindía de las, alas, adaptando los tanques de combustible, un defecto que fue a la larga fatal. LM también incorporó sistemas de propulsión.

Este tipo de motor permite solucionar otro de los típicos problemas de un sistema SSTO, el de la eficiencia a diferentes alturas.

El X-33 era un prototipo, pero la NASA y la propia Lockheed Martin quería que sirviese como base para crear una nave espacial operativa. Esta nave también no tripulada, recibió el nombre de VentureStar, desde un primer momento. En un principio se especuló que el X-33 debía tener el 53 % del tamaño final del VentureStar, que sí sería un sistema SSTO ”de verdad“.

Lamentablemente el VentureStar tendría una capacidad de carga en órbita baja muy reducida, de entre 5 y 20 toneladas. Esta última cifra se introdujo simplemente porque se trataba de la capacidad efectiva del transbordador y por tanto era un requisito implícito para cualquier vehículo que pretendiese sustituirlo, pero lo cierto es que nadie en Lockheed pensaba que era posible alcanzar semejante número, ni de lejos. Y es que lo malo de un sistema SSTO, no importa lo avanzado que sea, es su limitada capacidad de carga. Solo la perspectiva de la reutilización puede hacer que valga la pena comercialmente.

El X-33 nunca fue diseñado para viajar al espacio, pero debía ser capaz de alcanzar una velocidad de Mach 13,8 (unos 17 000 km/h) y una altura de unos 75 km. Contaría con un programa de protección de temperatura, láminas metálicas reutilizables, paneles de carbono, mantas térmicas y usaría metano y oxígeno líquido.

Muchos se opusieron a este tipo de proyectos y el tiempo terminó dándoles, por supuesto, la razón, pero que sería de la humanidad sin su capacidad de prueba y error.

Especificaciones técnicas:
20, 7 m de largo
9,37 m de alto
23 m de ancho
Masa de lanzamiento de 131 toneladas
134 toneladas de hidrógeno líquido y 81 de oxígeno líquido
Motor aerospike de 181 t, 2 motores j2s y tren de aterrizaje copiado de un caza F-15.

El añadido de tanques metálicos de hidrógeno aumentó una vez más el peso del X-33, se perdieron millones de dólares tratando de hacerlo posible, el programa no duró mucho, LM presionó  a la NASA, pero fue cancelado sin haber despegado jamás, no pudo cambiar el curso de la historia, pero si dio paso a nuevas tecnología.

Hoy el X-33 es historia, un mito aeronáutico con sistemas SSTO. En esto del transporte espacial hemos invertido esfuerzos, dinero y neuronas, pero las generaciones del futuro nos heredarán.

Créditos
Ana París