Los italianos han sido puro nervio en la historia del automóvil. Sus vitrinas están repletas de trofeos y su historia de excelentes modelos de competición o deportivos. Lamborghini es una de esas marcas que ha puesto su huella y su modelo Espada, uno de los excepcionales. Diseñado por el excepcional creador Bertone el Espada revolucionó el panorama automovilístico de finales de los años sesenta al ser el primer vehículo de cuatro plazas capaz de superar los 240 km/h.
Su presentación al publico se realizó en marzo de 1968, nacido de la idea final de Ferrucio Lamborghini de colocar el motor de un Miura en un coupe de cuatro plazas, en un nuevo concepto que permitía llevar a la familia en unas vacaciones sin renunciar a los máximos performances. El Espada continuó la tradición de otros Lamborghini, excepto el Miura, con una carrocería soldada al chasis para obtener una estructura integral la cual era reforzada por una ”jaula“ tubular. El motor estaba situado tan al frente como era posible, para maximizar el espacio de los pasajeros, pero toda esta exquisitez era secundaria: la principal atracción de esta obra maestra era el brutal motor V12, proveniente del Miura y el Islero.
Era este un motor de cuatro arboles de levas, capaz de desarrollar 370 CV en el Miura, y limitado aquí a ”solo“ 340 CV más que suficientes para llevar las agujas del velocímetro hasta un máximo de 240 km/h y poner a los diseñadores alemanes bien lejos en el retrovisor por unos cuantos años.