Se trata de un proyecto realizado entre dos compañías alemanas: la automotriz Daimler AG y la energética RWE. Los que han situado en la capital alemana, Berlín, un total de 100 Smart Fortwo con la denominación ED (Electric Drive) y 500 puntos de abastecimiento de carga eléctrica. En estos lugares se enchufa el automóvil y por la misma conexión se acopia información del coche para la posterior facturación del consumo de energía.
Esta idea tuvo sus orígenes desde hace mucho, un proyecto similar fue puesto en marcha por PSA, en 1993, con cincuenta autos. Los resultados fueron buenos, pero la falta de patrocinadores, los precios del carburante y lo caro de un auto eléctrico dejaron archivado el revolucionario intento.
Ahora las condiciones son favorables para el desarrollo de la motorización eléctrica y tanto Daimler AG como RWE pretenden, con el actual proyecto, acumular toda la experiencia necesaria para implantar definitivamente los autos eléctricos como una verdadera alternativa. Un talón de Aquiles de los coches eléctricos es la autonomía, pero los Fortwo ED cuentan con unas baterías muy eficientes de iones de litio, tal vez suministradas por Tesla, una experimentada industria en ese tema.