El monarca Yvan Muller y los SEAT León TDI se adueñaron del circuito brasileño de Curitiba esta fin de semana, primero del actual Campeonato Mundial de Turismos (WTCC), marcado por las lluvias y algunos errores, roces y espectaculares trompos. La abundancia de charcos en el trazado sudamericano retrasó un cuarto de hora el comienzo de la segunda manga, llevando a los equipos en parrilla a mantener ajustes para seco, con el único cambio de neumáticos de ”slicks“ a mojado.
La salida, inicialmente pactada de parado, fue lanzada a última hora con un Safety Car por razones de seguridad, y tras el primer giro Gabrielle Tarquini se apropió de la delantera con un espectacular adelantamiento en paralelo a Augusto Farfus, Felix Porteiro y Sergio Hernández. La oleada de BMW que arrancaban en cabeza en pocas vueltas era despachada sin compasión por la planadora de los SEAT TDI, en tanto Chevrolet quedaba casi fuera de competencia debido a sus retrasos y penalizaciones.
Tarquini, escoltado por Rickard Rydell, Jordi Gené e Yvan Muller, aseguraron las cuatro primeras posiciones, mientras Farfus, Hernández, Porteiro, Tom Coronel y Jorg Muller pugnaban por el quinto puesto, que quedó en poder del último. Las problemáticas eses del comienzo del circuito ocasionaron el fenómeno del ”aquaplaning“, aunque sin consecuencias negativas, salvo el primer día, cuando Jorg Muller tuvo que abandonar tras chocar con el británico Andy Priaulx.
La jornada previa, en la primera carrera del WTCC 2009, los cinco SEAT mostraron credenciales y Muller empezó la temporada como cerró la anterior: ganando con un ritmo bestial pese a los temibles deslizamientos. Es tal la hegemonía de los SEAT León que seguramente vendrán nuevas medidas de la Federación Internacional de Automovilismo para limitar el poderío de los TDI, cuya mecánica turbo opaca las atmosféricas de BMW, Chevrolet e incluso Lada.