Ya han pasado años desde que Porsche decidió diversificar su línea de modelos y cometer el divino pecado de producir un todo terreno o una berlina. Quienes la emprendieron contra la marca deportiva alemana por
excelencia, hoy dentro del grupo Volkswagen, deben reconocer que el Panamera vende ya, más unidades que el mismísimo 911. Ahora, este prototipo Sport Turismo nos trae los criterios que podrían regir las próximas entregas de Porsche.
El prototipo funciona, en todo caso, como una vidriera para la nueva tecnología e-hybrid (enchufable) de la marca, además de aportar nuevas ideas en cuanto a diseño exterior, funcionalidad y diseño interior. Si hoy el Panamera tiene una parte trasera con el portón muy tumbado, esta propuesta de Sport Turismo tiene más semejanza a un familiar tradicional. Otro detalle es la ausencia de retrovisores, pues dos cámaras proyectan sus imágenes en los laterales del cuadro de mandos, que es una pantalla TFT.
Esta solución se impondrá en el futuro, aunque sume unos cuantos dólares al precio final, para mejorar la aerodinámica. El conductor puede elegir la información que quiere ver en la pantalla. Ha resultado vital el concepto del Jefe de Diseño de Porsche, Michael Mauer, quien está convencido de que el interior de un automóvil es cada vez más importante para conquistar a los clientes: ”El impulso de compra lo provoca el exterior, pero el interior debe confirmarlo“.
La mecánica del Sport Turismo es una evolución de la que emplean actualmente el Cayenne y el Panamera S Hybrid. Lleva un motor V6 de tres litros, sobrealimentado, que entrega 333 CV, a los cuales se suman los 95 CV del nuevo motor eléctrico. Con el trabajo combinado de ambos la potencia total es de 416 CV, válidos para permitir una aceleración de 0 a 100 km/h inferior a los 6,0 segundos, con un espectacular consumo de apenas 3,5 l/100 km. La mejora en este aspecto es superlativa, gracias a la nueva batería de ión-litio que emplea. La batería se podría recargar no solo en las retenciones y las frenadas, sino que también se puede conectar a la red eléctrica. Lleva un cargador universal válido para un enchufe doméstico y tarda en cargar unas dos horas y media, dependiendo de la instalación.