Porsche 918 Spyder, ¿sueño o realidad?

Creado: Dom, 09/05/2010 - 20:59
Créditos
Willy Hierro Caveda
Porsche 918 Spyder, ¿sueño o realidad?

Sin duda, después de su presentación en el Salón del automóvil de Ginebra 2010, el Porsche 918 Spyder pasará de concepto a la producción. Claro limitada, por lo que para la inmensa mayoría seguirá siendo un sueño. No solo por el precio, sino porque se limitará a poco más de 1000 unidades. De hecho, el millar fue la cifra mínima que la casa de Stuttgart puso como condición para llevarlo a la producción.

Así, el 918 Spyder – un cupé biplaza convertible- será digno relevo del Carrera GT que comercializó unas 1 300 unidades. Digo digno relevo, porque lo cierto es que a este nuevo Porsche le brota la belleza, elegancia, prestaciones y eficiencia. Tanto que hasta el peor de los detractores de la marca alemana tendrá que quitarse el sombrero ante esta espectacular joya de la ingeniería.

A ningún mortal, hace algunos años, se le hubiese ocurrido pensar en un deportivo de más de 500 CV de potencia, que juegue con velocidades por encima de los 300 km/h y que tenga un espectacular rendimiento de 3.2 l/100 km. Todo gracias a la nueva propulsión híbrida desarrollada por Porsche que incluye un potente V8 y tres motores eléctricos.

El propulsor de explosión, de ocho cilindros en V, con 3.4 litros de desplazamiento, doble árbol de levas en cabeza y cuatro válvulas por cilindro (32 en total), genera una potencia de 500 CV a 9 200 rpm. Por otra parte, los motores eléctricos están conectados: dos a las ruedas delanteras y un tercero a la salida de la transmisión hacia el tren trasero. La suma de la potencia de los motores eléctricos alcanza los 218 CV, una cifra que aumenta la fuerza total de este bello superdeportivo hasta los 718 CV.

De manera que, desplegando toda su potencia, la tracción es total. Pero el Porsche 918 Spyder tiene varios modos de propulsión: 100% eléctrica (autonomía de 26 km), gasolina y combinada (con un consumo homologado de 3.2 l/100 km con emisiones de 70 gramos de CO2/km). Además, cuenta con un botón, al puro estilo KER, que genera más potencia por un corto espacio de tiempo.

La transmisión, por medio de una caja de cambios robotizada (PDK), de doble embrague y siete velocidades, está dirigida al tren trasero. Se alimenta del motor de combustión y de uno de los motores eléctricos, mientras que el tren delantero mantiene una relación de transmisión invariable.

Acelera de 0 a 100 km/h en 3.2 segundos y alcanza una velocidad máxima de 320 km/h. Pero el mejor aval de este superdeportivo es haber rodado en el trazado de Nurburgring Nordschleife en menos de 7:30 minutos, tiempo inferior al realizado por el Porsche Carrera GT.
 

Créditos
Willy Hierro Caveda