Hace apenas unas semanas se conocía la negativa del grupo Volkswagen sobre la oferta de compra lanzada por Porsche (fabricante que ya posee el 31 % de sus acciones) y ahora siguen las noticias relacionadas al tema, cuando Porsche ha decidido transformar su estructura empresarial para mantener la independencia de Volkswagen (VW).
En una junta extraordinaria, los accionistas de Porsche aprobaron unir las actividades operativas en una nueva filial, que se llamará ahora "Porsche Automobil Holding SE", y separar de la gestión de las participaciones. "El 26 de junio es una cesura en la historia tradicional de Porsche", dijo su presidente, Wendelin Wiedeking, ante 1.500 accionistas en la ciudad alemana de Stuttgart, donde se encuentra la sede de la firma.
Con esta estructura, el fabricante automovilístico más rentable del mundo quiere garantizar la independencia de Porsche y de Volkswagen, que "seguirá siendo Volkswagen", dijo Wiedeking. Al mismo tiempo Porsche, fundamentalmente en manos de la familia de su fundador, operará independientemente de las decisiones de VW. Porsche aumentó su participación en Volkswagen hasta el 30,9 por ciento y lanzó una oferta de adquisición obligatoria al precio mínimo establecido por ley de 100,92 euros por acción ordinaria, que no tuvo aceptación.
Además, el presidente de Porsche pronosticó aumentar este año "notablemente" su beneficio récord de 2.100 millones de euros (2.814 millones de dólares). Sus cartas de triunfo son los ingresos extraordinarios por la compra de acciones de Volkswagen y porque el deportivo 911 batió un récord de ventas en los diez primeros meses del año, con 31.287 unidades, un 12,2 por ciento más que en el mismo periodo del año anterior.