Regreso, décimo día.
Cuando nos disponemos a recorrer el trayecto de hoy, entre las ciudades de Santa Clara y Cárdenas (unos 185 km), vamos ligeros de equipaje. Es que desde que salimos de La Habana, el sábado siete de febrero, hemos ido dejando en el camino, provincia a provincia, numerosos afiches, calendarios, catálogos, revistas y pulóveres de la marca.
Con los asientos plegados, el Peugeot 308 tiene un volumen de carga de 1 201 litros en el maletero. Hoy es el primer día que hacemos viaje con los asientos traseros disponibles; sin embargo, aunque el espacio en el baúl se redujo a 348 litros, es más que suficiente para que le quepan dos maletas de equipaje grandes, dos de trabajo, una computadora portátil y algunos catálogos y revistas que teníamos reservados para repartir en el municipio matancero de Cárdenas.
Fue el momento propicio para que algunos colegas, en grupos de tres, ocuparan las plazas traseras. Así probamos la habitabilidad y el comportamiento de 308 con cinco plazas. Este Peugeot, como todos los de la gama 300, son los más pequeños capaces de albergar cinco ocupantes, ya que la 200 está prevista para cuatro mayores y un menor. La opinión de los pasajeros fue positiva, incluso viajé un tramo del trayecto en la fila trasera, cuando el fotógrafo del diario Juventud Rebelde, Franklin, tuvo la oportunidad de manejarlo.
Después del arribo a Cárdenas, nos trasladamos a La Habana. De allí partiremos mañana en caravana (Unos diez Peugeot de diferentes modelos) hacia Matanzas. Desde la capital matancera saldremos con los ciclistas hacia el pueblo habanero San Antonio de los Baños, para cubrir la oncena etapa (120 km).