No solemos hablar demasiado de drifting por aquí, pero esta ocasión bien lo merece. Y es que Mauro Calo, al volante de un Mercedes C63 AMG, ha batido el récord Guinness de longitud en un único drift, alcanzando una distancia total de 2.308 metros y batiendo en casi 400 metros al récord anterior. Este registro histórico de más de dos kilómetros de deslizamiento del tren trasero y quemando neumáticos, se produjo este fin de semana en el anillo exterior del Mercedes-Benz World, en Brooklands (Inglaterra), dando aproximadamente ocho vueltas al óvalo.
Pocos asociaríamos a un Mercedes Clase C a este tipo de retos, y quizás asociemos más el drift a los típicos muscle cars americanos o a los deportivos especialistas japoneses, pero queda claro que la berlina germana es perfectamente capaz. En este caso estamos hablando concretamente del Mercedes C63 AMG, una verdadera bestia con motor 6.2 V8 atmosférico con 457 CV derivados a las ruedas traseras. Ayudas electrónicas desconectadas, jugar adecuadamente con acelerador y dirección y voilà, neumáticos sufriendo y mucha goma quemada...
Como el propio Mauro Calo dijo tras lograr la proeza, ”El coche es muy equilibrado. Estaba relajado y sólo tuve que hacer pequeñas correcciones con la dirección y el acelerador. A partir de la séptima vuelta, los neumáticos se empezaron a destrozar, pero seguí adelante hasta que supe que había batido el récord. Estoy absolutamente contento”. Dicho así hasta parece fácil, pero está claro que no lo es tanto, como podréis ver a continuación en el vídeo correspondiente.
Los neumáticos (y su duración) es una de los principales dificultades para llegar tan lejos con un único derrapaje, y según el propio Calo, quizás todavía podría ser posible llegar un poco más lejos. Obvio, aunque no sea nada fácil, los récords están para ser batidos. El conductor quiere batir próximamente un nuevo récord del mundo, el de velocidad máxima con los ojos vendados. Aunque pueda parecer una temeridad, no me extrañaría nada que lo consiga.