Mientras Mercedes-Benz continua trabajando en un verdadero «papamóvil» híbrido, la firma francesa Renault se adelantó el miércoles regalando a Benedicto XVI su primer automóvil eléctrico, un vehículo modelo Kangoo, blanco y customizado, para uso dentro de la residencia veraniega de Castel Gandolfo. Se trata del tercer automóvil eléctrico que recibe el Vaticano, pero es el primero para el Papa, quien lo estrenó ayer en un breve recorrido desde el helipuerto de Castel Gandolfo hasta la residencia, al regreso de la audiencia general en el Vaticano.
El pasado mes de junio, la compañía italiana NWG regaló al Vaticano un vehículo eléctrico modelo «Zero», que utiliza desde entonces la Oficina de Prensa. Renault ha regalado ahora otros dos: un modelo Kangoo azul eléctrico normal para laGendarmería Vaticana y el blanco, con terminado especial- escudo incluido-, para el Papa.
El «Papa verde»
Benedicto XVI es, desde hace tiempo, el «Papa verde» por su interés tanto doctrinal como práctico por la conservación de la naturaleza, imagen de Dios Creador. Aparte de sus frecuentes invitaciones a llevar una vida más sencilla, sin destruir salvajemente recursos naturales por un estilo de vida de consumo caprichoso, el Papa ha instalado paneles fotovoltaicos sobre el Aula de las Audiencias del Vaticano, un pequeño Estado que ahora exporta electricidad a Italia.
El Vaticano ha sido el primer país en llegar no sólo a emisiones de CO2 cero sino incluso negativas gracias al regalo de un bosque en Europa central que continúa reforestando a buen paso, mejorando cada vez más su balance positivo a la limpieza de la atmosfera.
Vehículo híbrido blindado
Pero el Renault Kangoo eléctrico es un modelo que no puede llevar blindaje, por lo que su uso por el Papa se restringe a la residencia de Castel Gandolfo o al recinto interior del Vaticano. Un vehículo simplemente eléctrico no sirve para los movimientos del Papa en la Plaza de San Pedro pues no tiene la aceleración ni la velocidad necesaria para resolver una situación de emergencia, requisitos imprescindibles desde el atentado a tiros contra Juan Pablo II el 13 de mayo de 1981.
La solución es un vehículo híbrido blindado, que utilice el motor eléctrico para moverse despacio entre los pasillos de peregrinos en la Plaza de San Pedro o por las calles de una ciudad pero que tenga la capacidad de acelerar a pesar del enorme peso del blindaje, y alejarse rápidamente de una situación de peligro.
Mercedes-Benz lleva tiempo trabajando en un prototipo, adaptado a partir del SUV Clase M híbrido, que espera poder entregar al Papa a finales de este año o comienzos del siguiente. Será el primer «papamóvil» eléctrico.