Rusia, nostálgica por las limusinas soviéticas

Creado: Vie, 21/05/2010 - 01:43
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Carlos Palencia (MundoMotor)
Rusia, nostálgica por las limusinas soviéticas

Los actuales dirigentes rusos siguen mostrando signos de nostalgia por la etapa soviética. Concretamente, por las exageradas berlinas que condujeron los mandatarios comunistas, desde Stalin a Gorbachov. Es lo que se desprende de unas recientes declaraciones de un responsable del Kremlin, quien ha asegurado que el gobierno se está planteando sustituir sus actuales vehículos oficiales por versiones modernas de las viejas limusinas Zil.

Según lo comentado por Vladimir Kojine, jefe de intendencia del Kremlin, a la emisora de radio Ekho Moskvy, el presidente Dmitri Medvedev ha ordenado estudiar con detalle una posible cooperación con Zil, con vistas a realizar la producción para el parque presidencial.

Actualmente, el parque automovilístico del gobierno está dominado por automóviles de marcas extranjeras, particularmente alemanas como Mercedes y BMW, aunque también destacan japonesas como Lexus o la americana Chrysler.

Medveded y el Primer Ministro ruso, Vladimir Putin, se desplazan con limusinas Mercedes de la clase S, mientras que los altos oficiales del Kremlin utilizan el BMW serie 7 como vehículo de trabajo.

Las berlinas más robustas del mundo

Diseñadas originalmente como la respuesta soviética a los Cadillac, las enormes berlinas Zil fueron producidas en cantidades muy bajas durante la etapa comunista por una fábrica de Moscú (fundada en 1916), dedicada principalmente a la construcción de camiones y autobuses. De ahí sus exageradas proporciones, con medidas que sobrepasaban los 6 metros de largo y rozaban los 2 metros de ancho.

El 3 de noviembre de 1936 se inició la producción en cadena de la primera limusina nacional de siete asientos, el modelo 101. La base para su construcción fue el vehículo norteamericano Buick. Equipaba un motor de 5.8 litros, que le proporcionaba 90 caballos de potencia y alcanzaba una velocidad superior a los 115 kilómetros por hora.

Durante los años en que Stalin estuvo en el poder, la firma, en honor al líder soviético, fue renombrada como ZIS (Zavod Imeni Stalina). Una de las limusinas del líder soviético por aquel entonces, la ZIS-115, estaba totalmente blindada, incluidos los cristales, lo que multiplicaba su peso hasta sobrepasar las 7 toneladas. Para poder mover semejante máquina, los fabricantes tuvieron que incluir un motor de dos carburadores.

El vehículo causaba auténtico temor en una sociedad reprimida políticamente, porque cruzarse con él suponía hacerlo con el mismísimo y omnipotente jefe de la policía política. Se han visto modelos como éste en lugares como Corea del Norte y Polonia, y actualmente son toda una rareza y un objeto muy codiciado por los coleccionistas de automóviles de todo el planeta.

Con la posterior llegada de Jrushchov al poder, se acabó con el culto al anterior dirigente y el fabricante pasó de llamarse ZIS a ZIL, el nombre que conserva actualmente y que significa la Fábrica Lijachova. Muchos de los ZIS construidos durante el estalinismo, fueron destruidos por la posterior administración, que los consideraba un signo del pasado. La operación fue muy costosa, debido a la robustez y envergadura de estas limusinas, que no podían ser simplemente prensadas, por lo que debían ser incineradas. De esta forma, se perdieron centenas de magníficos vehículos.

También hubo Zil descapotables, como el 111, que se basó en el Cadillac Fleetwood y cuya primera unidad salida de fábrica fue un regalo de Nikita Jruschov a Fidel Castro. Este modelo destacó por su elevada tecnología para los estándares rusos de la época, ya que la capota se cerraba automáticamente apretando un solo botón. El Zil-111 aún se emplea en desfiles militares.

El último modelo usado por los líderes soviéticos fue el Zil 41047, considerado como uno de los coches más pesados de la historia. Montaba un motor V-8 de 7,7 litros que le permitía sobrepasar los 190 kilómetros por hora, pesaba 3,6 toneladas y contaba con una transmisión automática de tres velocidades.

El ex-presidente Mijail Gorbachov viajó en una Zil hasta diciembre de 1991, y Boris Yeltsin también tuvo una a comienzos de los 90, para sustituirla posteriormente por un Mercedes.

La limusina de 6.3 metros de largo todavía está presente en la página web de Zil, junto a camiones de basura, camiones de bomberos y autobuses, pero lleva sin fabricarse bastantes años. Y es que, actualmente, la producción de Zil se limita a vehículos industriales, aunque, según lo indicado por un responsable de la empresa a la agencia RIA Novosti, están desarrollando nuevas berlinas. "Tenemos nuevos proyectos de automóviles, aunque no puedo hablar de sus características ", afirmó este responsable.

Nostalgia comunista

Con la intención de forjar una nueva identidad nacional, recientemente Rusia ha revivido algunos símbolos comunistas, como la tradición de hacer desfilar tanques y lanzamisiles a través de la Plaza Roja durante la celebración anual del mes de mayo, en la que se conmemora la victoria sobre la Alemania nazi.

También la arquitectura de la era Stalin se ha puesto de moda, con la construcción de nuevos bloques de apartamentos de estética neo-stalinista, y la reforma de un famoso hotel del mismo periodo, recientemente restaurado a su forma original.

Este año, en la celebración del Día de la Victoria, desfilaron dos Zil convertibles. Uno de ellos condujo al Ministro de Defensa Anatoly Serdyukov alrededor de la plaza, quien, levantado en la parte trasera del vehículo, pasó revista a las tropas.

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Carlos Palencia (MundoMotor)