Montado sobre la cuerda del futuro eléctrico, Skoda también vela sus armas. El fabricante checo ha iniciado la producción de una flota de prueba de diez unidades del Octavia Green E Line (su primer vehículo con propulsión 100 % eléctrica) para evaluar su comportamiento en la vida real.
Las pruebas comenzarán en otoño y los coches serán fácilmente reconocibles por su diseño y un nuevo elemento de seguridad, pues emitirán el sonido de un motor a una velocidad de 40 km/h como medida de seguridad para prevenir accidentes.
Basado en el Octavia Combi para albergar de manera ideal las baterías, en el desarrollo del Octavia Green E Line, Skoda ha empleado también algunos módulos ya existentes del grupo Volkswagen.
Así el par máximo de 270 Nm, disponible justo después del arranque como es típico en este tipo de propulsión, ofrece al vehículo suficiente potencia, así como un alto grado de agilidad y respuesta para desplazarse en el denso tráfico de la ciudad, permitiéndole acelerar de cero a 100 km/h en solo 12 segundos, con una velocidad máxima autolimitada a 135 km/h. Mientras, su moderna batería (26.5 kWh) compuesta por 180 pilas de iones de litio con un peso cercano de 315 kg recupera la energía del frenado, dotándolo con una autonomía de 150 kilómetros.
No en vano, como explicó el responsable de Desarrollo Técnico de Skoda Auto, Eckhard Scholz: ”La movilidad libre de emisiones es uno de nuestros objetivos clave para el futuro, por la necesidad de desarrollar una industria automovilística sostenible. Nuestra fuerza reside en una excelente combinación de desarrollo tecnológico altamente competente y los amplios conocimientos del grupo Volkswagen, que nos permitirá desarrollar un vehículo eléctrico que será un auténtico paso adelante“. Veamos entonces qué tal le sale el experimento.