En números anteriores hacíamos referencia a la agradable noticia de la existencia de eventos de clásicos de autos asiáticos, sobre todo japoneses. Hoy presentamos un auto producido en la Europa Oriental posterior a la Segunda Guerra Mundial, de cuya producción poco se conoce y menos aún se reconoce.
Es tiempo ya de apreciar ejemplares que gracias a la indetenible fuerza del tiempo rebasaron cualquier otro criterio: veamos hoy al Tatra 603. Este auto se comenzó a producir en 1956, como un descendiente del famoso Tatra Type 77, con un estilo apropiado para la época y un motor cuya capacidad fue elevada hasta los 2,5 litros pero que aún retenía buena parte de las características de sus antecesores.
No obstante el Tatra era uno de los pocos coches producidos a ese lado de Europa que contaba con un motor V8 enfriado por aire, suspensión independiente en las cuatro ruedas y un estilo aerodinámico.
Se mantuvo en producción hasta 1974, cuando la fábrica lanzó el 613 diseñado por Vignale. Sin embargo, su arquitectura permaneció inalterable alrededor de su motor V8, el cual alimentado por dos carburadores Jikov era capaz de producir 150 CV a 4800 rpm. Esta potencia unida a su transmisión de cuatro marchas sincrónicas era suficiente para empujar al Tatra 603 hasta los 160 km/h de velocidad máxima.