Tercer Tour de Francia para Alberto Contador y otro más, ya van trece, para el ciclismo español. Esta vez sonó el himno de España en París. Otro día grande, enorme, para el deporte de nuestro país. Mark Cavendish fue el ganador de la última etapa al imponerse con autoridad en el esprint.
Imagen habitual. Un español en lo más alto de un podio con los Campos Elíseos al fondo. Es la decimotercera vez que ocurre, la quinta consecutiva para un ciclista ibérico y la tercera de Alberto Contador.
El madrileño finaliza un Tour que le ha costado más de la cuenta ganarlo. Ha tenido que lidiar, otra vez, con polémicas internas y externas, silbidos esporádicos de parte del público francés, falsas acusaciones de falta de juego limpio a causa de una avería mecánica, un vídeo pidiendo perdón, un regalo a su amigo y más críticas en la etapa más mítica y una contrarreloj final que hizo temer por su victoria.
Demasiados argumentos extradeportivos para resumir otra brillante y merecida victoria de Alberto Contador. Merecida pero demasiado justa, sólo por 39 segundos de diferencia sobre Andy Schleck, esta edición más que digno rival y amigo. De hecho, y por caprichos del destino, esa diferencia final es la misma que sacó el madrileño al luxemburgués tras la avería más famosa en la historia del ciclismo.
Pese a todo esto y los nervios y el viento en contra camino de Pauillac, Alberto Contador está un poco más cerca de los más grandes de este deporte. Tres muescas en la Grand Bouclé a sus 28 años y camino de que su foto en lo más alto y la de Andy Schleck a su derecha, volverá a repetirse para estar, con pleno derecho, entre las leyendas más legendarias del ciclismo.
Y no sólo eso, ya que entre los diez mejores de este Tour figuran otros dos españoles más. Samuel Sánchez (Euskaltel), quien logra su mejor clasificación histórica en la ronda francesa y se queda a un puñado de segundos de subir al podio por culpa de una contrarreloj perfecta de Denis Menchov. Y el debutante Joaquim Rodríguez (Katusha), quien se irá con victoria de etapa y un brillante octavo puesto en la general.
Otro vuelo de Cavendish
El paseo parisino dejó de serlo en los últimos metros, justo cuando Mark Cavendish se batió sobre su bicicleta y fue quitando rivales de en medio a base de potencia. El británico pudo levantar los brazos, otra vez, en los Campos Elíseos.