Si en el fragor de la crisis Toyota desplazó a General Motors como el mayor fabricante de automóviles del mundo, logrando vender entonces 8,97 millones de vehículos, ahora el reto para el gigante japoné no es otro que recuperar la rentabilidad, tras sufrir su primera pérdida en 59 años (-4%).
Con tal propósito, el fabricante nipón lanzará en el Viejo Continente a finales de abril el nuevo Toyota Verso, que sustituye al exitoso Corolla Verso, y el original Urban Cruiser, un todoterreno de cuatro metros respetuoso del ecosistema.
Comparado con el Corolla Verso, el nuevo representante de la marca entre los monovolúmenes C cobra mayores dimensiones, con una silueta más redondeada y un interior más flexible y completamente renovado que puede llevar cinco o siete plazas, con precios entre los 20 900 y los 30 400 euros.
No obstante, la principal novedad del nuevo Verso la aportan sus mecánicas, que aumentan la potencia en conjunto un 20 por ciento y reducen el consumo y las emisiones de CO2 en un 12 por ciento. La gama consta de cuatro propulsores, dos de gasolina y dos diesel.
En el caso de los primeros se trata del 1.6 de 132 CV y el 1.8 de 147 CV, ambos con apertura variable de válvulas Valvetronic y cambio manual de seis velocidades. En tanto, los diesel son el 2.0 D-4D de 126 CV, ya utilizado en otros modelos de Toyota, y el nuevo 2.2 D-4D de 150 CV que cumple la norma Euro 5 y estará disponible después del verano sólo con transmisión automática de seis relaciones (AutoDrive S). Pura poesía bajo el capó.