Si el equipo insignia de la F1, Ferrari, no tiene listo ni claro, a estas alturas, la nueva pieza que recupera la energía cinética (KERS), es muy probable que la FIA retrase o prohíba su uso en la prueba reina del automovilismo. El nuevo cuento de Max Mosley cuando planteó que el uso de dispositivos de almacenamiento químico (baterías) debería estar prohibido en la F1, demuestra cuales son las intenciones de la máxima directiva de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA).
Magnti-Marelli, quien lleva a cabo el proyecto de Ferrari, también asiste a Renault y Toyota, dos escuderías que ni siquiera lo han probado. El fabricante nipón ya anunció desde el pasado año que sería muy difícil para ellos comenzar la temporada 2009, en Australia, con el KERS. Además, Red Bull y Toro Rosso, quienes son equipos clientes de Renault y Ferrari respectivamente, están en manos de sus proveedores.
Por otra parte; BMW Sauber, McLaren Mercedes y los huérfanos de Honda ya tienen el sistema bastante adelantado, algo que ha conllevado a una inversión millonaria. ¿Cómo explicarles a esos equipos que el KERS no va, o que será retrasado para 2010? Peor aún es el hecho de que se quiera estandarizar el mecanismo, eso sería la tapa al pomo, ya tenemos bastante con la monogoma.
No me cansaré de decir que los deportes a motor y en especial la F1 nacen para ver quién tiene la mejor mecánica, desarrollando piezas y mecanismos que luego se utilizarán en los carros de serie. No se puede matar la competencia de tecnología que es la que acelera el desarrollo, para que al final disfrutemos todos de autos más seguros, eficientes y ecológicos.
Desde el pasado año Peugeot probó el KERS en su prototipo para las 24 Horas de Le Mans, Peugeot 908 HY, con magníficos resultados (un incremento de la potencia de 80 CV en 20 segundos). Este proyecto fue desarrollado en conjunto con Magneti-Marelli, los mismos que trabajan con Ferrari, Renault y Toyota.
Los autos híbridos ya se comienzan a comercializar, mientras que la F1, por intereses propios, pretende darle la espalda a su desarrollo. El automóvil va camino a la electricidad como fuente de energía y no falta mucho para ver Grandes Premios con motores eléctricos, capases de desarrollar grandes potencias con una decente autonomía.