VESPA, la más famosa scooter italiana

Creado: Lun, 27/09/2010 - 02:24
Créditos
Willy Hierro Allen
VESPA, la más famosa scooter italiana

Las ”avispas“ (Vespa en italiano) llenaron las calles de Roma con scooteres nacionales para salvar el transporte motorizado urbano tras el descalabro europeo que significó la II Guerra Mundial. Arrancaron en 1946 y no han dejado de rodar por todo el mundo, acumulando más kilómetros que los que consiguió Roma en la época más esplendorosa de su fabuloso imperio.

La moto scooter la inventó el francés Georges Gauthier allá por 1902. Su nombre: scooter, significa más o menos: patín o patineta, aunque al inventarse se le llamó: auto-sillón. Se fabricó por primera vez en 1914. La scooter es un vehículo de dos ruedas, familia de la motocicleta, pero se diferencia de ésta por varios elementos, tanto de diseño como por su concepción general. Su única similitud puede ser la sensación de libertad que produce al manejar ambos vehículos.

Tiene llantas de poco diámetro, está totalmente carrozada (incluido el motor, lo cual la hace más limpia), dispone de compartimientos para almacenaje (paquetes, herramientas, cascos) y carga llanta de repuesto. En la scooter, el conductor viaja sentado con ambas piernas cubiertas por panderos que terminan en un piso plano donde se colocan los pies. En la motocicleta se monta a horcajadas, sin ningún tipo de protección al polvo, fango o agua.

El próximo 2011, Vespa cumplirá 65 años y, por fortuna, ha venido evolucionado lo suficiente para mantener su tradicional juventud. Después de la guerra (1939-1945), Italia quedó devastada y el transporte se convirtió en un infierno. Para salir de tal averno, don Enrico Piaggio comenzó a ”reinventar“ un vehículo de dos ruedas, basado en las pequeñas motos construidas para los paracaidistas británicos. Sería algo diferente… con un pequeño motor de dos tiempos, menor de 100 cc.

La scooter es completamente diferente a la motocicleta tradicional, que nació al colocarle un motor de la ancestral bicicleta. La filosofía de don Enrico, que venía trabajando desde 1943, era ofrecer un producto distinto y de bajo costo, dirigido a un mercado lo más amplio posible. El primer prototipo construido en la factoría Piaggio de Pontedera (Toscana), fue diseñado por el ingeniero Renzo Spolti. Tan extraño lucía que lo apodaron ”paperino“ en alusión al conocido Pato Donald americano.

Se motorizó con un mono-cilindro de dos tiempos y 98 cc, la transmisión por variador continuo de velocidad, con cadena o cardán. Suspensión de dos soportes tubulares con muelles y frenos de tambor en ambas ruedas. 60 km/h de velocidad máxima. Desdichadamente el artilugio de Spolti, codificado con MP5 (Moto Piaggio 5) no gozó con el favor del público. Y entonces volvió a intentarse en 1945, esta vez con el ingeniero Corradino D’Ascario.

Corradino era ingeniero de aviación y su especialidad: la aerodinámica. Nada que ver con el encargo y, además, ni siquiera le gustaban las motocicletas. Sin embargo, hizo su tarea y logró sorprender. Manejando nuevos avances tecnológicos, realizó un diseño más vanguardista para la MP6. Sumamente original, Corradino crea un vehículo con chasis auto-portante y manillar de cambio de velocidades en el timón.

Implantó modelos de diseño que hoy todavía nadie se atreve a cambiar, como la rueda trasera que se ocupa de la tracción y se convierte en una sola pieza con el grupo motor impulsor, algo único en esos tiempos. La suspensión al estilo de los trenes de aterrizaje de aeronaves, lo cual facilita el recambio de la llanta. Monta el mismo motor de dos tiempos y 98 cc, con cilindro de hierro y tapa de aleación, e igual velocidad: 60 km/h.

La ”motoleggera utilitaria“ Vespa se presentó un año después, abril de 1946, en el Club de Golf de la entonces todavía ocupada Roma, en presencia del general americano Stone, representante del Gobierno Militar Aliado. Fue todo un acontecimiento, la curiosidad y los deseos de probarla, eran equivalentes al escepticismo de los motociclistas locales, pero este scooter estaba hecho para quedarse y para el uso de todos, tanto motoristas como aquellos que jamás tuvieron que conducir un vehículo de dos ruedas. Era ”unisex“, o sea: servía lo mismo para hombres que para mujeres, especialmente jóvenes.

”Motor“ fue la primera publicación que llevó a sus páginas la Vespa, en su edición del 24 de marzo de 1946. Luego prestigiosas revistas como ”La Moto“ y ”Motociclismo“ dedicaron sus respectivas portadas al novedoso vehículo que ya el público italiano había comenzado a llamar Vespa (avispa), bautizada así por el propio Enrico Piaggio. Esta primera hornada contó con 2 484 unidades, vendidas por los concesionarios de los autos Lancia. Así comenzó la aventura de la scooter más famosa del mundo. En 1947 se presentó la segunda serie de este scooter: Vespa 98/II. El gran éxito precedente permitió fabricar 16 500 unidades, con algunas modificaciones: tapa de combustible más accesible y la reducción del guardafangos delantero para hacer más fácil el cambio de neumático.

La Vespa fue símbolo de la reconstrucción post-bélica de Italia. En 1949 se amplió la cilindrada del motor: de 98 a 125 cc, igualmente de dos tiempos. Ahora podía correr con facilidad hasta 80 km/h (50 millas/h.). Su sensual diseño de formas curvilíneas con el gran escudo delantero y pequeñas llantas fue llevado al cine. En 1953, el director norteamericano William Wilder realizó el filme ”Roman Holliday“, donde Audrey Hepburn y Gegory Pecck pasean por Roma en una Vespa 1951/1953 de color verde. Luego ha salido tantas veces en el cine y la televisión que su imagen es tan familiar que resulta imposible enumerarlas.

La Vía Veneto, el Colioseo y el Vaticano, son símbolos de Roma, La Ciudad Eterna y, dígame, para los que viajamos en dos ruedas: acaso la Vespa no es emblema de Italia e indiscutible insignia de Roma también.
 

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Willy Hierro Allen