Veamos, ¿cuál es el Veyron que más fibra de carbono lleva? Si la memoria no me falla la solución a esa respuesta es Veyron Vincerò de Mansory y lo mínimo que se puede decir de él es que es otro ejemplo del estilo jactancioso de Mansory. Pero todavía hay más. Veamos de nuevo, ¿qué elemento nos falta para que este Veyron sea más fastuoso y lujoso? Por ejemplo el oro.
Lo han apodado Linea Vincerò d’Oro pero engaña porque no lleva oro propiamente dicho – lo que no sería tan descabellado – pero sí que ha sufrido un considerable baño dorado. De hecho es un baño ”nativo“ porque las partes doradas de la carrocería, como el borde de la calandra, las carcasas de los retrovisores o las manetas de las puertas han sido fabricadas en fibra de carbono con un proceso que incluye el cobre para conseguir esa tonalidad dorada. Las llantas son las originales pero bañadas en una pintura que imita al oro.
En definitiva se cumple el famoso dicho de que ”no es oro todo lo que reluce”. El interior original del Veyron de Mansory llevaba múltiples pieles y tonos bronce en blanco y negro, combinación que ahora desaparece a favor de la fibra de carbono y la Alcantara en negro más inyecciones ”doradas“ para las puertas o los asientos.
Las luces ambientales de tipo LED que envuelva al habitáculo son el detalle más sencillo de todos. Sobra decir que es lo de más exagerado del mundo y que no beneficia mucho al ya de por sí logrado interior del potente Bugatti.
En otro orden de cosas el Veyron mecánicamente sigue siendo el mismo, con su motor W16 retocado hasta los de 1.109 CV. Ahora ya casi que parece un simple superdeportivo si lo comparamos con el Veyron Super Sport. Puede que hasta éste pierda su reinado si alguien decide que más de 1.200 CV en la calle no son una locura . ¿Será cierto eso de que los humanos siempre queremos más y más?