La compañía AIRBUS patentó el pasado mes de julio, en Estados Unidos, un nuevo avión hipersónico que reducirá notablemente el tiempo de vuelo entre las capitales del mundo. No hay muchos detalles, solo que alcanza una velocidad crucero superior a los 5 500 km/h. ¿Cuántos aviones de pasajeros supersónicos se han construidos y cuántos hay volando hoy?
Hace una semana, esperé a mi nieta en La Habana, venía de Madrid en un IL 86 de Cubana de Aviación: 9 horas de viaje. ¡Se imagina cuando se cruce el Atlántico en solo una hora! Ese es el proyecto de AIRBUS con su avión hipersónico, que volará a velocidades superiores a los 5 500 km/h e irá de Nueva York a Londres en apenas 60 minutos.
Pasado el asombro, maravilla lo adelantado que está el proyecto: ya fue aprobado por la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos y hasta tiene su maqueta, cuya foto mostramos. Se informa que podrá alcanzar esas velocidades gracias a un par de estatorreactores montados en el ala circular y otros tres motores: dos turborreactores bajo el fuselaje y un motor de cohete ubicado en la cola.
Hasta ahora, los aviones más rápidos de pasajeros fueron los supersónicos (aeronave capaz de sobrepasar la barrera del sonido partiendo de Número Mach). Desde la invención de la turbina y su utilización en el primer avión de propulsión (Messeerschmitt ME 262 alemán) hubo una revolución aeronáutica que se disparó en 1947 cuando el piloto de EE.UU. Chuck Yeager superó la velocidad del sonido en su avión-cohete Bell X-1.
¡Era posible volar más rápido que el sonido!
Pasó el tiempo y se fabricaron aviones supersónicos de pasajeros. Primero fue el TU 144 soviético y dos meses después el Concorde franco-británico. El Tupolev, que fue el avión de pasajeros más rápido de la Historia, salió en 1978 y solo estuvo en servicio 6 meses. Accidentes y altos costos de mantenimiento terminaron por jubilarlo. El Concorde (jet supersónico) se uso más, pero también lo jubilaron por iguales razones.
Los americanos diseñaron su avión de pasajeros supersónico: el Boeing 2707, pero decidieron no construirlo por su alto costo de fabricación y falta de un mercado definido. Cerraron el proyecto en 1971 sin siquiera hacer un prototipo. Hoy todos descansan en el Museo de la Automoción y la Tecnología de Sinsheim, Alemania. Ninguno está volando.
Ojalá el avión hipersónico de Airbus (compañía paneuropea aeronáutica que radica en Toulouse, Francia, desde 2001) no termine rápidamente en Sinsheim y mi nieta viaje a España en solo una hora, menos de lo que tardo yo, hoy día, en volar de La Habana a Santiago de Cuba.